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09-23-2015
 

Akira Takayama, el teatro expandido y la ausencia de actores

 
Foto: Milton Ramírez, Ministerio de Cultura.
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Como parte de la programación de la cuarta versión de Experimenta/Sur, el filósofo y dramaturgo japonés Akira Takayama habla sobre algunos aspectos de su trabajo.


Filósofo y director de teatro, Akira Takayama es docente de la Universidad de Tokio y fundador del Grupo Port-B. Su trabajo se centra en el desarrollo de proyectos que llevan lo escénico por fuera de sus límites y lo ponen en relación con otros lenguajes y medios de comunicación, actualizando la ''arquitectura del teatro'', mediante la ampliación de las convenciones del teatro y el público hacia la sociedad y el espacio urbano.
 
Ha participado en importantes festivales como el Festival Internacional de Artes de Tokio, el Wiener Festwochen, además de desarrollar proyectos en teatros como el Hebbel am Ufer de Berlin y el Teatro Mousonturm en Frankfurt.
  
Experimenta/Sur
 
Promovido por la Fundación Siemens Stiftung, el Goethe-Institut de Bogotá y Mapa Teatro-Laboratorio de Artistas Experimenta/Sur es un evento académico artístico, cuya plataforma tiene como propósito la creación de espacios temporales de reflexión, experimentación e intercambio entre artistas y pensadores de Latinoamérica y otros lugares del mundo, alrededor de preguntas sobre las artes vivas como modalidad de pensamiento-creación, táctica de resistencia y agenciamiento de la ética, la estética y la política, en particular a través de sus ''dramaturgias expandidas''.
 
En su cuarta versión cuenta con el apoyo de Transarte/Institut Français, la Embajada de Francia, la Universidad Nacional de Colombia y el Ministerio de Cultura.

''He tenido la oportunidad de asistir a algunos festivales en Europa, Asia y Japón, cuyo principal objetivo es el de mostrar algunas piezas de teatro en el  mercado internacional. Experimenta/Sur es un evento diferente porque aparte de mostrar algunos montajes que pueden verse en cualquier parte, se desarrolla la idea de establecer relaciones entre los participantes, así como la intención de conocer mucho más la ciudad que nos acoge'', explica el dramaturgo, para quien a la par de conocer el trabajo de otros artistas, la experiencia ofrece también la posibilidad de mostrar los procesos que se adelantan al público en general.
 
''Estoy totalmente seguro de que se trata de una experiencia muy enriquecedora, que sin embargo debe ser conocida por un público mucho más amplio que los propios artistas'', asegura Takayama horas antes de presentar en la Universidad Nacional los avances del laboratorio que tuvo la oportunidad de realizar en el marco del proyecto, concebido con la intención de desplazar la familiaridad que acompaña nuestra experiencia cotidiana de la ciudad hacia otro lugar, extraño para todos, producto de la urgencia de realizar una acción a partir de preguntas sobre la catástrofe y la ruina.
 
''En Japón hemos sufrido diversas catástrofes –terremotos, el desastre nuclear de Fukushima-, y en Colombia está toda esta situación asociada al narcotráfico y la violencia. ¿Cómo hacer para compartir este otro tipo de catástrofes evitando mostrar una u otra?, ¿cómo compartir el concepto de catástrofe en su forma abstracta? Esa es la cuestión, porque el hecho de que nadie tenga mayor conocimiento de lo que se genera en una catástrofe es lo que termina convirtiéndola en catástrofe'', puntualiza.

 

 
Teatro expandido
 
 
¿Qué importancia tiene su formación como filósofo en su trabajo como director de teatro?
 
La realidad, la sociedad y el mundo real son mucho más importantes que el teatro, así es que no pretendo esconder la realidad a través del teatro, y más bien prefiero hacer uso del lenguaje teatral para dar otra mirada o reencontrar esa realidad.
 
La reconstrucción de esa realidad a través de una mirada artística tiene un carácter filosófico que puede tener un carácter muy concreto para luego adquirir unas connotaciones abstractas. La cosas concretas pueden volverse abstractas y viceversa.
 
¿Qué es el Grupo Port B y cuál ha sido la influencia de Walter Benjamin?
 
Este proyecto comenzó en 2002 con la intención de ser una compañía de teatro, pero luego decidí desarrollarla en sentido contrario y convertirlo en una unidad teatral de carácter temporal y sin una sede definida de trabajo.
 
Hemos desarrollado varios proyectos y para cada uno de ellos llamamos a gente distinta con la que trabajamos conjuntamente durante un tiempo, además de invitar a otras personas involucradas con la actividad teatral. Una vez que el proyecto concluye la unidad también desaparece.
 
Su nombre viene del puerto español de Portbou, donde Benjamin se suicidó, porque yo quería iniciar el trabajo de la unidad a partir de este punto que busca ser una alegoría a la continuación de su búsqueda estética.
 
¿Qué relación hay entre su trabajo y el legado de Walter Benjamin?
 
Cuando me encontraba en Alemania leí toda su obra –primero en alemán y luego en japonés-, y en alguna oportunidad recibí un correo de un documentalista de Hamburgo quien me envió un libro que escribió Benjamin sobre su niñez en Berlín. Ese mismo día recibí también un correo de Japón de un amigo que había hecho su tesis de Maestría sobre el mismo tema.
 
Esa coincidencia hizo que me interesara todavía más sobre esta materia, al punto de querer continuar un trabajo similar al de Benjamin a través del teatro. Digamos que fue un producto de la casualidad y del destino.
  
Buena parte de su trabajo tiene como fundamento la idea de expandir el teatro a través de diversas alternativas de lenguaje: video, formato MP3, radio…
  
Japón tiene una tradición teatral milenaria que no pretendo negar, de acuerdo con la cual el teatro debía ser en vivo y una experiencia única en la que el espectador debía estar presente. No obstante, nuestra época se caracteriza por una gran presencia de medios de comunicación e internet; experiencias que en muchos casos superan nuestra propia realidad, y que me han llevado a considerar que la imitación de la realidad también puede ser real.
 
De manera que aun si hago uso de este tipo de accesorios –internet y otro tipo de equipos como radio, televisión y medios de comunicación-, puedo también hacer teatro, aunque no a la manera tradicional, por supuesto. Diría que yo pongo a prueba el teatro.
 
En algunos de sus proyectos pareciera existir la intención de incluir al espectador en el espectáculo. ¿Qué papel juegan el actor y los actores?
 
Yo acostumbraba trabajar con actores y actrices pero decidí dejar de hacerlo, porque la experiencia del espectador o el visitante constituye el centro de mi trabajo. Parto de una pregunta: ¿Cómo desarrollar la sensibilidad o la imaginación del espectador?
 
En ese orden de ideas lo que hago es instar al público para que sea parte de una situación en un determinado lugar; doy una serie de instrucciones y comienzo a seguirlos. Gracias a esta experiencia y especie de tour considero que puedo lograr que los espectadores lleguen a desarrollar estas dos potencialidades por sí mismos.
  
¿Qué lo llevó a esa ruptura tan radical en el sentido de prescindir de los actores?
  
La verdad es que se presentó la oportunidad; cada vez que trabajaba en la calle o incluso en el teatro sentía que la verdad no los necesitaba y paulatinamente comencé a perder contacto con ellos, al punto de aislar los pequeños teatros en que me presentaba de su presencia: no me siento bien trabajando con ellos.
 
Cada vez que trabajo en la calle con personas sin hogar o refugiados, ellos se convierten en actores a los que quiero conocer más que a los actores o actrices -por quienes sin embargo tengo un gran respeto-, y con quienes considero que puedo ir mucho más lejos.
 
¿No se corre el riesgo de terminar teatralizando una situación que es real? 
 
Ellos actúan de una manera tan maravillosa que todo logra distinguirse: uno puede concentrarse en el performance y olvidar el resto, de manera que se logra establecer una empatía tal que el espectador pueda contar con ese espacio para la imaginación. A veces los actores y actrices impiden que esto ocurra, aunque hay también los que logran comunicarse de una manera muy efectiva con el público.
 
Algunos de sus proyectos se desarrollan también en espacios abiertos con prelación sobre el escenario tradicional. ¿Qué lo llevó a tomar esta decisión?
 
Yo estudié teatro en Alemania –quizá uno de los países que más conservan la tradición europea-, pero al volver a Tokio me di cuenta de que lo aprendido allá no estaba muy relacionado con la realidad. Entonces comencé a trabajar en lo que hago ahora, debido en buena medida al interés que despertó la forma en que está organizada la ciudad, su estructura.
 
A diferencia de otras épocas en las que solía trabajar sobre la idea de Tokio mientras me encontraba en otras ciudades, a mi regreso tuve que enfrentar esa realidad algo caótica y la verdad no muy hermosa que raya un poco con la esquizofrenia, pero con la que siempre he querido comunicarme.
  
Algunas de sus obras están basadas en el trabajo de la Premio Nobel de literatura austriaca Elfriede Jelinek. ¿Cómo surge esta relación?
 
Tatsuki Hayashi –a mi lado- tradujo la obra de Jelinek al japonés, y quizá pueda responder mejor a esa pregunta:
 
''Jelinek escribió tres obras acerca del desastre nuclear en Fukushima. Se trató de un momento en el que muchos japoneses querían hablar de la catástrofe, pero ella trató de expresar la rapidez con que se va perdiendo el lenguaje en procura de expresar lo que sucede en otra lengua.
 
Fue una labor de traducción muy difícil porque nuestro lenguaje tenía que dar la impresión de haberse roto; sin embargo a través de estas deformaciones logré ampliar sus diferentes posibilidades para expresar los diversos sentimientos que había respecto a la catástrofe, porque gracias al trabajo de Jelinek adquirió una nueva perspectiva''.
 
Dos años después de la catástrofe leí Kein Licht o Fukushima epilogue; estaba perdido y muy confundido debido a un sentimiento de impotencia que francamente me impedía vivir en Tokio, pero que superé tras esa lectura, porque me ayudó a recuperar una sensibilidad que había perdido: ¡Podemos llegar a convertirnos en animales que olvidan tan fácil!
 
Referendum project plantea la búsqueda de una participación más amplia de la sociedad tras la catástrofe de Fukushima. ¿Qué papel tiene la cultura en aspectos como la construcción de la paz en un país como Colombia?

Quisiera creer que sí, pero la verdad es que no lo sé. Después del desastre de Fukushima sentía que las artes o el teatro poco podían hacer para que la gente siguiera adelante. Pero ahora creo que puedo actuar desde diferentes plataformas que quizá sigan siendo igual de inútiles pero a través de las cuales puedo plantear algunas preguntas sin el ánimo de dar respuestas o soluciones.

Yokohama Commune, por ejemplo, es un proyecto que surgió en el marco de la Trienal de Yokohama y debimos mover todo el proyecto –que en esencia buscaba trabajar con comunidades de personas  desplazadas de Asia- desde un museo al lugar donde se desarrollaba nuestro trabajo: una zona de la cuidad que la verdad era muy peligrosa pero que ahora es un pequeño distrito cultural.
 
 
Texto:
Juan Carlos Millán Guzmán
Dirección de Artes,
Ministerio de Cultura
Tel. 3424100   Ext. 1504
Cel. 311 878 67 43
 

 
Fotos:
Milton Ramírez,
Ministerio de Cultura
 

 
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