Los Cantos llaneros, un juego para divertirse y aprender
Por Sebastián Rincón Tristancho
Como parte del trabajo del Plan Especial de Salvaguardia PES de los Cantos de Trabajo del Llano, se ha creado un juego en el que se puede aprender sobre la vida de los vaqueros del Llano colombiano. Sobre un tablero que es un mapa a escala de la geografía llanera, se ubican las figuras de vaqueros que avanzan por las casillas al lanzar los dados. Acompañadas de 500 reses, deben pasar por los peligros de culebras venenosas, tigres y espantos. Hay que tener cuidado de no perder todas las reses, porque habría que convertirse en "cachilapero", ladrón de ganado, y sobre todo, para permanecer en el juego, es necesario cantar.
El juego es el resultado de un investigación que busca salvaguardar el patrimonio del Llano. Fue creado por John Moreno, un músico de la Universidad de los Andes, con estudios en Psicología de la música, y Patrimonio cultural, quien trabaja rescatando el patrimonio musical, y realizando investigaciones sobre el joropo y la música indígena.
John Moreno nos cuenta sobre las ideas que motivaron el juego y sus reglas.
Cuéntenos acerca del proyecto que están realizando sobre los cantos llaneros
Estamos realizando un juego que es un producto de divulgación y salvaguardia, que diseñamos con un grupo de vaqueros en San Martín de los llanos, y es el producto de un proyecto de investigación que ganó una beca. Ganamos una beca del CRESPIAL, el centro regional para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de américa latina, de UNESCO. Eso sucedió a finales del 2016, y comenzamos a trabajar desde diciembre de este año, trabajamos todo el 2017, y lo entregamos el 20 de enero del 2018. Ese juego es una estrategia consensuada, concertada y desarrollada con los vaqueros, porque todo el tema lúdico es muy importante para ellos en relación a los trabajos que se realizan en el llano, como la ganadería. En el juego, dejamos básicamente el camino ganadero y las posadas de madera. Esto tiene una cantidad de memoria social, memoria histórica, relacionada con un modelo de producción, con un vínculo hacia los hatos del territorio llanero, en especial del centro de San Martin de los llanos, que es una de las poblaciones más antiguas de la Orinoquía. Este es uno de los pocos pueblos coloniales que existe, y que tiene un fuerte lazo con la ganadería desde el siglo XVII. Mis motivaciones personales provienen de mi profesión, yo soy músico. Estuve estudiando música académica y luego pasé a estudiar músicas tradicionales, por mí ascendencia llanera, nací y me crie en el llano, mi papá fue vaquero. Ahora estoy haciendo lo que siempre quise hacer: trabajar por el joropo y por las tradiciones y patrimonio de la Orinoquía.
¿En qué consiste el juego? ¿Cuáles son las reglas?
El juego es un poco complejo, tiene muchos contenidos. Sintetiza un escenario de práctica de cantos, que son los caminos ganaderos. En San Martin hay una gran cantidad y variedad de hatos, que son las unidades productivas. Lo que hicimos fue, a través de una cartografía en un gran tablero que mide 1,20 m X 80, cm representar los cuatro caminos principales que los vaqueros consideraron fundamentales a partir de sus propias experiencias. En este sentido, incluimos la Ruta Sanjuanera, la ruta de Manacacías, la ruta Candilejas, y la ruta los Muletos. Son cuatro caminos que comunican puntos importantes como Puerto López, la costa del río Manacacías, San Juan de Arama, entre otros. El juego consiste en arrear ganado, en llevar vacas desde cualquier punto de la serranía.
Imágen del juego Los cantos llaneros
El caporal, que es una figura plástica con sombrero, le entrega 500 reses a los otros participantes y una misión al comienzo del juego. Se lanza el dado y las figuras avanzan por las casillas donde se encuentren diferentes problemáticas. Estas problemáticas son las que se encontraron en la investigación que realizamos, en el trabajo etnográfico. Cada uno de estos problemas está relacionado con un contexto, con unos hatos, con un lugar y también con tiempo, porque tomamos los últimos cincuenta años del camino ganadero. Por ejemplo, hay unas casillas que son de retenes de grupos armados, que muestran la violencia de finales de los noventas hasta el 2008 aproximadamente, porque este territorio estuvo en disputa durante muchos años por la guerrilla, el paramilitarismo y el narcotráfico. Esto afectó la práctica y el camino ganadero. Hay otras problemáticas que no existen en la actualidad, pero que están representadas en el juego como tigres, leones y culebras venenosas. Hay otros problemas que están relacionados con el imaginario llanero, en estas casillas asustan, salen espantos. Hay otras casillas en las que aparecen problemáticas actuales como la palma de aceite, que afecta el agua y esteriliza la tierra. También se pueden ver problemas con el paisaje, con las formas de producción, las migraciones laborales. Entonces cuando vas con tu muñequito, con el vaquero caporal, vas arreando siempre 500 reses las cuales vas perdiendo o ganando dependiendo del camino. El primer participante que cumpla su misión es el que gana el juego y si alguien se queda sin vacas se convierte en cachilapero, la persona que antiguamente robaba ganado.
¿El juego tiene alguna relación con la música?
Por supuesto, es fundamental. En el juego hay unos hatos, está lleno de casitas que son ranchos. Cuando caes en una casilla de hato posada, para poder quedarte ahí y continuar jugando se debe cantar. Se debe interpretar un canto de los que se cantaban antiguamente en posadas, como cantos de vela, cantos de cabrestero, cantos de ordeño. Hay una baraja de coplas, se saca al azar una de estas y se debe cantar como se pueda, en esto hay libertad. Si han escuchado los cantos llaneros, pueden improvisar. Esta es la parte divertida del juego.