Desde sus días como activista rural colombiana negra, hasta la campaña presidencial del Gobierno del Cambio en la que reapropia el término “Igualada” (alguien que actúa como si tuviera derechos que supuestamente no le corresponden) e inspira a toda una nación a soñar, una historia fundamental para lograr que actualmente sea la vicepresidenta de la república.
Juan Mejía Botero nos contó detalles sobre esta producción.
Ministerio de las Culturas: ¿Cuándo conoció a la vicepresidenta Francia Márquez?
Juan Mejía: Conocí a Francia en el 2006, cuando yo estaba trabajando en un par de cortometrajes sobre desplazamiento forzado en Colombia. Después, yo presenté en Estados Unidos una de mis películas y ella habló sobre el desplazamiento en el corregimiento La Toma de Suárez, Cauca, provocado por las concesiones mineras.
En 2009, trabajamos juntos retratando el impacto del extractivismo en su territorio, porque ella era una de las jóvenes lideresas.
En 2020, ella me llamó y me contó que estaba pensando lanzarse a la presidencia y, bueno, yo le propuse que, si iba en serio la cosa, lo deberíamos documentar. Pero al principio ella no quería porque no le gusta el protagonismo. Luego, pensó que no se hacen películas sobre comunidades como la suya, ni sobre mujeres como ella. Ahí arrancamos.
MC: ¿Y usted cómo la describiría?
JM: Cuando yo la conocí ambos éramos muy jóvenes, pero ella estaba dispuesta a arriesgarlo todo por su gente, hasta su vida. Sin importar lo que una persona llegue a pensar sobre las políticas que representa Francia, lo que hay que reconocer es que es una mujer perseverante y con una convicción y una determinación que pocas personas tienen.
Yo escucho mucho a la gente diciendo que Francia es resentida, odiosa, que está llena de odio. Pero lo cierto es que, desde que yo la conocí hasta ahora, sí se ha endurecido porque ¿quién no lo hace con esa trayectoria de lucha? Me parece que si uno es colombiano y uno vive la realidad del país como la ha vivido Francia y se enfrenta a esa realidad como se ha enfrentado ella, lo raro es que a uno no le dé rabia.
Entonces, Francia no está llena de odio ni de amargura, se ha endurecido por la lucha que le ha tocado dar. Porque si uno está amenazado de muerte desde los 20 años, pues obviamente eso va a pasar.
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MC: Después de trabajar juntos decidieron grabar el documental, ¿cómo comenzó ese proceso?
JM: El equipo inicialmente era pequeño, lo integraban Juan Yepes, Sonia Serna, Eliana Carrilo y Daniela a la Torre; y también nuestra directora de fotografía, Karen Gómez. Al principio, nos turnábamos las grabaciones. Fue un proceso duro porque era el rodaje de una campaña, ¿no? Sobre todo, una campaña como la de Francia que, aunque se hizo con las uñas, también se hizo con mucho corazón.
En la producción contamos con el apoyo de una editora chilena, Andrea, que fue clave en el proceso de posproducción.
MC: ¿Por qué lo titularon así?
JM: Cuando Francia lanza el tuit en el que dice que quiere ser presidenta de Colombia, yo me dirigí a las reacciones y los comentarios de la gente. Hubo comentarios positivos: “estamos contigo”, “eres un ejemplo de lucha”; pero el primero que me impactó fue uno que decía “esa negra quién se cree, es que es mucha igualada”. Y el significado de esa palabra me pareció muy fuerte. En ese momento pensé que ese insulto estaría presente en adelante. Y en ese momento supe que así le quería poner a la película.
Me tomó unas semanas agarrar la valentía para mencionárselo a Francia, pero cuando yo le dije, ella dijo “sí” y se le dio la vuelta a ese significado.
MC: ¿Qué encontrarán los espectadores en ‘Igualada’?
JM: Yo creo que revela lo que en el fondo sabemos. Destapa cosas sobre nuestro país que son muy feas y que creo que tenemos que confrontar si queremos trascender en algún momento de nuestra historia. Entonces, queda evidenciado ese racismo, esa misoginia, ese elitismo en el país.
Pero, pese a eso, el mensaje de ‘Igualada’ es un mensaje de esperanza. Colombia nunca ha tenido un gobierno progresista, nunca han tenido un gobierno verdaderamente distinto a los que hemos tenido toda la vida.
Sobre todo, mujeres jóvenes, pueblos étnicos, comunidades diversas que toman la decisión de volver a creer, de permitirse volver a soñar. Y para mí, que un país como Colombia, que tiene una historia tan dura y que se pueda permitir de nuevo volver a soñar, es algo muy poderoso y habla de una perseverancia, de la resiliencia.
MC: ¿Cómo les fue presentándola en el Festival de Cine de Sundance?
JM: Fue muy emotivo. Es la primera vez que se la mostrábamos a una audiencia. Yo estaba muy nervioso, estaba pendiente de las reacciones. Había muchísima gente llorando al final de la película. La recepción fue fantástica. La gente estaba muy contenta. Nos paraban en la calle para preguntarnos sobre el documental, para decirnos cuánto les había gustado.
Francia estaba muy contenta cuando la vio porque ella no tuvo ningún tipo de poder creativo sobre la película y nos permitió hacerla como quisimos. Lo único que pidió fue ver un corte avanzado antes de estrenarla para asegurarse de que no había nada que pusiera en riesgo la seguridad de nadie. Esa fue su única condición.
MC: ¿Recuerda algún momento que le hubiese gustado incluir, pero por la cantidad de grabaciones prescindió de él?
JM: Yo tengo muchos momentos que se han quedado conmigo, que yo digo “habría sido muy lindo haber podido mostrar esto”. Sobre todo, momentos como de más intimidad.
Hay un momento muy, muy fuerte cuando ella está hablando en un evento de mujeres en Cartagena y, en ese momento, que era el puro principio de la campaña de Francia, había muchos llamados hacia ella. Le decían que no se lanzara a la presidencia aún, que esperara. Entonces, les dijo “aquí hay muchas mujeres que me dicen que todavía no, pero ¿hasta cuándo tenemos que esperar? Llevamos esperando toda la vida, ¿no?”. Ese momento me marcó.
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En el marco de la edición 63 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias – FICCI, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes participa en la proyección del documental ‘Igualada’ en el centro cultural Pilanderas del barrio El Pozón, a las 4:00 p.m.