#ColombiaEnElMundo - “Esta es la primera vez que tenemos una estrategia internacional y siempre fue un sueño”, dice Enrique Mena, fundador de Visaje Negro, reflejando la emoción que despierta un hito alcanzado. “Hoy, ese sueño se ha hecho realidad gracias al apoyo del Ministerio y a la visión inquebrantable de Visaje Negro”.
Con estas palabras, Menae nos introduce al viaje que Visaje Negro realiza junto con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes a Santiago de Chile, lugar en el que participa en el Mercado de Industrias Culturales del Sur – MICSUR 2024, con la cápsula ‘Unidos por mares y ríos’.
El trabajo que realiza la marca de ropa colombiana presta especial atención al encuentro de aguas saladas y dulces en el golfo de Urabá, donde el río Atrato y el río Suriquí se unen. “Esta cápsula es un homenaje a las aguas que rodean la tierra colombiana”, expresa el colectivo. “Desde los mares que acarician sus costas hasta los ríos que serpentean por sus selvas, Visaje Negro celebra la vida que fluye en estas corrientes” precisan.
“A orillas de Micuro pasaba un río de aguas cristalinas que servía para comunicar a los caseríos cercanos y era el hábitat de varias especies”, arranca diciendo la presentación de ‘Vaivén de peces’, una pieza que hace parte de la Colección Micuro, a la que pertenece ‘Unidos por mares y ríos’.
Visaje Negro es protagonista en Chile, en la pasarela internacional de MICSUR 2024, con su colección ‘Unidos por mares y ríos’.
“La juntanza de estas aguas se ve en el bocachico, cuando va en subienda por el río Atrato, y en el róbalo, cuando nada en medio del golfo de Urabá”, dicen es lo que mantiene la identidad profunda de esta región colombiana que, a su vez, se reconoce en el diseño de la prenda.
Los inicios de Visaje Negro
En 2017, Enrique Mena fundó Visaje Negro en el corazón del municipio de Turbo, en la región del Urabá antioqueño. Este proceso inició como un medio de comunicación alternativo que visibilizaba temas desde la cultura del Caribe y el Pacífico colombiano. Este enfoque le permitió posicionarse como un faro de identidad y diversidad que logró trascender las fronteras nacionales e internacionales.
“Explicábamos términos, dichos, y abordábamos el tema antirracista, entre otros asuntos importantes”, explica Mena, resaltando el compromiso inicial con la educación y la sensibilización.
Con el tiempo, dieron un giro inesperado. “Hemos evolucionado. Ya somos una marca de ropay nuestro propósito superior, que es enaltecer la cultura afrocolombiana, sigue vigente”, resaltó el fundador del proyecto.
Visaje Negro es una estrategia etnoeducativa que va más allá de las telas y las costuras.
De las publicaciones digitales pasaron a la creación de una nueva línea ¿de moda? Sí, porque la moda es un lenguaje universal, una forma de expresión que trasciende las palabras, como reconoce Mena. De esta manera, cada prenda de Visaje Negro se convierte en un lienzo para contar historias y enaltecer la cultura afrocolombiana.
Hoy, Visaje Negro no es solo una marca de ropa. Es una estrategia etnoeducativa que va más allá de las telas y las costuras. Cada vez que alguien adquiere una prenda de Visaje Negro, también se lleva consigo un pedacito de conocimiento.
¿Dónde queda el río Suriquí? ¿Cómo se relaciona el río Atrato con el municipio de Turbo y el mar Caribe? Estos datos geográficos se entrelazan con la moda, creando una experiencia educativa única.
Cada prenda de Visaje Negro es un vehículo para aprender sobre la población afrocolombiana, sus procesos, su cosmogonía y sus formas de vida.
Sostenibilidad y conciencia ambiental de Visaje Negro
La colección ‘Micuro’ de Visaje Negro es un compromiso con el medioambiente. En su proceso de estampado no se utiliza agua y las telas contienen un alto porcentaje de algodón recuperado. Además, algunos textiles incorporan fibras naturales y tinturas orgánicas y artesanales. Así, cada prenda es un testimonio de la conexión entre la moda y la sostenibilidad.
Cada pieza es un vehículo para aprender sobre la población afrocolombiana, sus procesos, su cosmogonía y sus formas de vida. Desde Turbo, en la región del Urabá antioqueño, la marca se enorgullece de diseñar y confeccionar localmente. Y no se detiene ahí, desafía las normas de género y estética, ofreciendo prendas sin género en una amplia gama de tallas hasta las 5XL.
“Ha sido un crecimiento bastante bacano”, concluye Mena, y es difícil no estar de acuerdo. Visaje Negro no es solo una marca, es un movimiento, una celebración de identidad y, ahora, un jugador en el escenario internacional.