Por Carolina Mila
El cine colombiano ha recorrido un largo camino en estos 10 años gracias a la Ley 814 de 2003, conocida como Ley de Cine, que ha permitido la conformación de un sector que hasta entonces apenas existía: en esta década se ha producido más del 50% de las películas que se han estrenado en la historia del cine del país. Desde su puesta en marcha, gracias a la Ley, se han entregado a través del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico $73 mil millones en estímulos para la realización, producción e internacionalización del cine y se han invertido $100 mil millones a través de estímulos tributarios a inversionistas.
Adelfa Martínez, directora de Cinematografía del Ministerio de Cultura, asegura que es indudable que la creación de esta Ley ha permitido sobre todo el incremento en la cantidad de películas que se hacen en el país, lo que resulta indispensable para el robustecimiento de una industria. “Antes de la Ley 814 se estrenaban en promedio 4 largometrajes en las salas de cine, en estos diez años ese promedio es de 12 estrenos anuales. Solamente el año pasado se estrenaron 23”.
Para Claudia Triana, directora de Proimágenes y una de las gestoras de la Ley hace diez años, lo más sorprendente ha sido observar cómo tan rápidamente la Ley ha dado pie a una generación de cineastas que han hecho sus primeras, segundas y terceras películas utilizando los mecanismos de apoyo de la Ley 814.
La proliferación de cineastas y películas comienza a fortalecer al sector no solo en términos de cantidad sino también de calidad y también ha incidido en la configuración de un público más amplio para el cine colombiano. Para Diana Camargo, productora de cintas tan distintas como San Andresito e Ilegal.co, hacer más películas permite que haya más experiencia a la hora de estructurar los proyectos y necesariamente influye en la diversidad de temáticas que se tratan. “Antes el cine colombiano era muy género drama, ahora hay gente que se empieza a especializar en el género del terror, el thriller, la comedia negra, y eso para el público resulta mucho más interesante”. Cabe señalar que el porcentaje de la taquilla colombiana respecto a la taquilla general, ha crecido un 5,6% desde la puesta en marcha de la Ley de Cine.
Una de las mayores fortalezas de la Ley de Cine, además de haber formalizado la relación de los inversionistas con el cine, según el productor Rodrigo Guerrero que ha trabajado en películas como María llena eres de gracia y La cara oculta, es que la Ley no haya restringido en ningún momento los temas ni se haya amarrado a ninguna línea cinematográfica. “A veces los productores extranjeros que vienen a producir con nosotros, se imaginan que en un país de tanto conflicto existiría la censura y se sorprenden de que legalmente no haya ninguna restricción en la temática”.
Paralelamente al incremento en el número de películas nuestra cinematografía se ha hecho conocida a nivel internacional gracias a esta Ley. Los más importantes festivales de cine del mundo las seleccionan y desde 2010, más de 125 películas y proyectos han participado en festivales, mercados y talleres a nivel mundial, entre los que se cuentan Cannes, Berlín, Venecia, Toronto, Locarno, Sundance y San Sebastián. Tan solo el año pasado, la industria cinematográfica nacional se llevó 30 premios de la escena internacional.
Los resultados de esta primera Ley de Cine han permitido pensar en una Segunda Ley sancionada en el 2012 la Ley locación Colombia, que busca fomentar el territorio nacional como locación para rodar, así como la contratación de empresas nacionales de producción y posproducción en proyectos nacionales e internacionales. Según la Ministra de Cultura Mariana Garcés, esta segunda Ley quiere avanzar en la dirección que viene trazando la primera para fortalecer la industria y trabajar en la internacionalización de las películas: “Traer recursos frescos al sector para se fortalezca y siga desarrollando sus propios procesos a partir del aprendizaje”.
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