El Gobierno Nacional declaró el 2013 como el año Soledad Acosta de Samper con el ánimo de conmemorar los 100 años del fallecimiento de esta periodista, novelista e historiadora colombiana del siglo XIX.

En el conversatorio participarán Carolina Alzate Cadavid, investigadora de la vida y obra de la escritora; Hortensia Naizara Rodríguez, docente de la Universidad de Cartagena; José Luis Acosta, director del Instituto Caro y Cuervo; Isabel Corpas de Posada, miembro del Instituto Caro y Cuervo; Jackie Strauss de Samper, presidente del comité organizador de la conmemoración y Luis Ramírez, director de la institución educativa Soledad Acosta de Samper de la ciudad de Cartagena.

Durante su participación, Carolina Alzate ofrecerá una conferencia para contextualizar el trabajo de Acosta en el siglo XIX marcado por el protagonismo de los hombres en el mundo intelectualidad y la pasividad asignada al rol de la mujer en el ámbito público. También hará énfasis en la historia de la literatura y en la recepción de las obras literarias.

Este conversatorio es organizado por la Institución educativa Soledad Acosta de Samper  de la ciudad de Cartagena como un tributo al legado histórico, cultural, político y literario que aportó la escritora al país y que sirvió para el desarrollo político de la joven nación, de la literatura y del reconocimiento de la mujer como ser pensante.

Sobre la vida y obra de Soledad Acosta de Samper:

Soledad Acosta de Samper fue la precursora de las escritoras colombianas. Encaró el siglo XIX desde una firme posición intelectual, defendiendo el papel de las mujeres desde sus ensayos y sus novelas. Otro de los temas más importantes en su escritura fue el de nación, al igual que muchos hombres de letras decimonónicos. Escribió en influyentes revistas y periódicos como El Mosaico, que marcaron la vida intelectual del país. Así mismo, durante su vida, fundó cinco publicaciones periódicas. La primera de estas fue La mujer, una revista dirigida y redactada exclusivamente por mujeres. Se publicó de 1878 a 1881.

Hija única del geógrafo e historiador que luchó en las guerras de independencia, Joaquín Acosta, y de la canadiens Carolina Kemble, parte de su infancia y adolescencia transcurrió en el exterior. Su padre se empeñó en que recibiera una educación como la de cualquier hombre de la época. “Lo he repetido hasta la saciedad: las mujeres de la época actual han ejercido todas las profesiones y se las ha visto brillar en todos los puesto que antes eran reservados a los hombres no más”, escribiría Soledad Acosta de Samper a sus 59 años, en Aptitud de la mujer para ejercer todas las profesiones, memoria presentada en el Congreso Pedagógico Hispano-Lusitano-Americano reunido en Madrid en 1892. Además del español, hablaba y escribía inglés y francés. 

En 1853, Soledad Acosta conoció a José María Samper, importante intelectual del siglo XIX, en unas fiestas en Guaduas. Poco después, en Bogotá, comenzó a escribir su diario con la frase: “Me he decidido a escribir todos los días alguna cosa en mi diario, así se aprende a clasificar los pensamientos y a recoger las ideas que una puede haber tenido en el día”. Este diario, donde comienza a plasmar los temas que más tarde desarrollaría en sus obras, lo termina un día antes de casarse con Samper. Es impreso por primera vez en 2004, editado por la profesora e investigadora Carolina Alzate.

En 1892, Soledad Acosta fue nombrada Delegada Oficial de la República de Colombia al IX Congreso Internacional de Americanistas en Madrid. Igualmente, fue nombrada miembro honorario de la Academia Colombiana de Historia en 1902.

En 1864 publicó el cuento La perla del Valle en El Mosaico, dando inicio a su obra narrativa. Dolores. Cuadros de la vida de una mujer (1867) fue su primera novela y apareció a manera de folletín en el periódico El Mensajero. En ese entonces era común que muchas novelas vieran la luz de este modo. En 1869, publicó Novelas y cuadros de la vida sur-americana. También escribió novelas históricas como José Antonio Galán. Episodios de la guerra de los comuneros (1870) y como historiadora, escribió libros como Biografía del General Joaquín París (1883). Como ensayista, también se destaca su libro La mujer en la sociedad moderna (1895). Una holandesa en América (1888) es una de sus novelas destacadas que se volvió a editar y estudiar en tiempos recientes. Los piratas en Cartagena (1886) también es una de sus obras conocidas.   

Murió el 17 de marzo de 1913 en Bogotá, poco antes de llegar a los ochenta años. Dejó como legado una amplia obra, principalmente de narrativa e historia, parte de la cual sólo se ha vuelto a imprimir en años recientes.

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