“Un hombre que cuando va subiendo, parece que va bajando”
Con un homenaje virtual, el Museo Nacional de Colombia recuerda a Lucho Herrera, quien hace treinta años se coronó como campeón de la Vuelta a España
Una de las tareas del Museo Nacional de Colombia es generar variados actos de recordación sobre fechas específicas relacionadas con personas o acontecimientos del devenir de nuestro país. El programa Efemérides se configura a partir de esa activación de la memoria, bien sea mediante el sitio web o a través de propuestas expositivas en el espacio del museo. En esta ocasión, el Museo recuerda cómo “El divino hijo de la montaña”, uno de los apelativos que recibió Lucho Herrera, ganó la Vuelta a España hace 30 años.
Lucho Herrera, un escalador incansable que trajo gran alegría a miles de colombianos debido a sus triunfos en competencias nacionales e internacionales, se convirtió en uno de los deportistas más reconocidos de la historia del país. Recibió su primera bicicleta de parte de su madre y en ella recorrió su tierra y descubrió su afinidad y gusto por el ciclismo, con lo que dio inicio a una apasionada, larga y sacrificada carrera. Alcanzó sus primeros logros como escalador participando en circuitos locales y regionales que lo llevaron a formar parte de equipos oficiales. En 1981 compitió por primera vez en la memorable Vuelta a Colombia, la cual fue escuchada fervorosamente por un público entusiasta que recorrió la geografía colombiana a través de las voces de los locutores de radio y televisión. A lo largo de la década de los ochenta, Herrera volvió a concursar en esta prueba de la cual salió victorioso en numerosas ocasiones.
La gloria obtenida a nivel nacional lo llevó a conquistar la fama de escalador inigualable y a participar en varias competencias europeas, entre las que se destacan el Tour de Francia de 1985 (la camiseta con la que compitió se conserva en el Museo Nacional) y la Vuelta a España celebrada el 15 de mayo de 1987 en la que resultó campeón, alcanzando así uno de los máximos galardones existentes en el mundo del deporte.
Hoy, treinta años después, este héroe nacional de familia humilde de Fusagasugá recuerda sus triunfos con orgullo y con la sencillez que lo caracteriza, afirmando que “hay ciclistas que nacen y otros que se hacen sobre la bicicleta”.
Puede consultar las Efemérides del Museo Nacional de Colombia en
La Gruta Simbólica: librar combates con versos y prosa
Fotografía: Sandra Vargas.
Hasta el 30 de octubre, el Museo Nacional de Colombia presenta la exposición La Gruta Simbólica: librar combates con versos y prosa.
Por medio de piezas como manuscritos e impresos originales de poemas, fotografías y partituras, la muestra aborda cómo en plena guerra de los Mil Días (1899-1902), cerca de setenta poetas, literatos, músicos y artistas, casi todos de filiación liberal, conformaron la Gruta Simbólica, un “círculo de oposición” pacífica y pícara que surgió como respuesta a las medidas restrictivas del Gobierno conservador. Por medio del humor de sus versos y la alegría de sus encuentros, los integrantes de esta tertulia buscaron compensar los rigores de la guerra y el luto de la vida cotidiana.
Los contertulios se refugiaban en un principio en cantinas, restaurantes y piqueteaderos. Posteriormente, Rafael Espinosa Guzmán, uno de los fundadores y mecenas del grupo, ofreció su casa para continuar con los encuentros líricos. Al retar el toque de queda impuesto por las autoridades, que restringía la circulación nocturna en las calles sin un salvoconducto, algunos de ellos pasaron días recluidos en este Panóptico.
A partir de temas tradicionales como el amor, el heroísmo y la muerte, que hacían parte de las creaciones poéticas de los miembros del grupo, la producción literaria de la Gruta renovó el panorama de las letras colombianas con formas modernas como rimas, chistes en verso (chispazos), ocurrencias (chascarrillos) y equívocos (calambures). Así mismo, los aires musicales y dramáticos animaron sus encuentros dando origen a conciertos, serenatas, zarzuelas y comedias, distinguidos por un sentimiento nacionalista que buscaba entre bambucos y guabinas un sentido de lo propio.
En casas de juego, tiendas y chicherías, los miembros de la Gruta Simbólica compartieron sus ingeniosas letras con las personas que asistían a estos lugares. Sus versos también se imprimieron en postales, volantes, folletos y cuadernillos, lo cual permitió que fueran aprendidos y recitados de memoria por los bogotanos de aquella época.
La Gruta Simbólica: librar combates con versos y prosa se encuentra en el Gabinete de Miniaturas del Museo Nacional de Colombia, ubicado en el segundo piso.
Campo Revelado llega a Corinto
Del 23 de mayo al 12 de junio, la exposición Campo Revelado: fotografiado y campesinado (1960 – 1972) se presenta en la Casa de la Cultura de Corinto (Cauca).
La muestra está compuesta por 40 fotografías tomadas por Efraín García (“Egar”), en las que da cuenta de la aprobación en 1961 de la Ley 135 sobre la reforma social agraria y la creación del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora), cuyas intenciones apuntaban a la modernización del campo. En esta muestra se registran las actividades que hizo el Incora entre 1962 y 1970, y permite ver un país campesino y esperanzado en un proceso de cambio. El trabajo fotográfico está compuesto por paisajes, retratos y escenas de la vida campesina, las cuales exponen el proceso de la reforma agraria desde los rostros de los campesinos que comunican un mensaje más allá del discurso político.
Acerca de Efraín García
Efraín García (“Egar”) nació en Tuluá en 1931, donde inició su carrera realizando fotos para cédulas y eventos familiares, y años más tarde en Cali dio inicio a su trabajo fotoperiodístico para distintos diarios y revistas. En 1961 fue contratado por el Incora, donde pudo realizar un extenso registro de la actividad campesina. Su obra siempre se ha caracterizado por su contenido social mostrando una sensibilidad de denuncia que siempre tiene en cuenta la dignidad de los retratados.
Campo Revelado forma parte del Programa Exposiciones Itinerantes del Museo Nacional de Colombia, cuyo objetivo es ampliar sus proyectos y servicios fuera de su sede. Por medio de este programa se busca llevar a distintas ciudades y municipios del país, exposiciones temporales y colecciones de artes e historia que incentiven el conocimiento de las actividades que realizan los museos.
Evento apoyado por el Ministerio de Cultura – Programa Nacional de Concertación Cultural. Conozca más acerca del Programa Exposiciones Itinerantes:
Horarios y valores de ingreso a las salas de exposición del Museo Nacional de Colombia
Martes a sábado: 10:00 a.m. a 6:00 p.m.
Domingo: 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Lunes cerrado por mantenimiento, incluidos días festivos.
Adultos: $4.000.
Estudiantes con carné vigente: $3.000.
Niños de 5 a 12 años: $2.000.
Entrada gratuita los miércoles de 4:00 p.m. a 6:00 p.m. y los domingos en el horario habitual: 10:00 a.m. a 5:00 p.m.
Más información para medios de comunicación
Felipe Lozano
Carrera 7 entre calles 28 y 29
3816470, ext. 2171/2173
Twitter: @museonacionalco
www.museonacional.gov.co