El programa Nacional Escuelas Taller de Colombia, del Ministerio de Cultura, ha certificado durante este mes a 430 aprendices en oficios patrimoniales y cuenta con el apoyo de socios estratégicos como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo- AECID, la CAF y OIM.
Gracias al proceso de formación que imparten las escuelas taller de Colombia, estos jóvenes hoy son ciudadanos con capacidad de superar las condiciones de vulnerabilidad propias de su entorno, al mismo tiempo que se forman como constructores de paz en sus contextos cotidianos.
Las escuelas taller de Colombia, que este año cumplieron 25 años tras la implementación del modelo con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Aecid, forman aprendices en oficios que contribuyen a la difusión, salvaguardia y puesta en valor del patrimonio de las distintas regiones del país.
Para Carlos Augusto Albán, Coordinador del Programa Nacional de Escuelas Taller, “las escuelas cumplen una misión fundamental en los procesos de desarrollo social y económico de las 11 regiones donde están ubicadas. Tenemos aprendices en talleres técnicos laborales como carpintería tradicional con énfasis en la elaboración de instrumentos musicales; construcción tradicional y cocina tradicional con énfasis en conocimientos y prácticas propias de cada región, así como restauración de bien inmueble y filigrana, entre otros”.
De acuerdo con Albán, las escuelas adelantan un proceso de capacitación integral en el que se busca formar emprendedores culturales con capacidades para el manejo de resolución de conflictos en contextos muchas veces atravesados por la violencia. “De esa manera, contribuimos a la construcción de una paz sostenible desde las escuelas”, sostuvo el Coordinador Nacional de las Escuelas Taller.
Ceremonias de certificación en todo el país
Diciembre es un mes de cosecha de esperanzas para el Programa Nacional. El pasado viernes 22 de diciembre se certificaron, en Cartagena de Indias, 172 aprendices distribuidos de la siguiente manera: 31 aprendices en talleres de cocina tradicional, carpintería, albañilería y pintura. Además, 102 jóvenes se certificaron en formación complementaria de jardinería, cantería, pintura, construcción liviana, electricidad, fontanería, carpintería fina y cocina. Adicionalmente, 39 aprendices se certificaron en Bocachica en los talleres de carpintería de ribera, albañilería y cocina.
La Escuela taller de Mompox certificó 30 aprendices: 18 jóvenes del taller de cocina y 12 del taller de joyería tradicional.
Por su parte, el pasado lunes 11 de diciembre, la Escuela taller de Barichara certificó a 18 aprendices del técnico laboral en cocina tradicional y 17 en el taller técnico laboral de confección, para un total de 35.
Para el caso de la Escuela taller de Buenaventura, el pasado 21 de diciembre se celebró la ceremonia de certificación de 19 aprendices del técnico laboral en construcción y 18 del taller de carpintería, para un total de 37.
La Escuela Taller de Salamina, Caldas, certificó el pasado 12 de diciembre 55 aprendices en artes y oficios como tejeduría, pintura en cerámica, bisutería y manualidades de guadua.
La escuela Taller de Quibdó certificará este 27 de diciembre 20 aprendices en cocina tradicional y 20 en construcción, para un total de 40.
Por último, la escuela taller de Popayán certificó, entre el 9 y el 18 de diciembre, 76 aprendices de cursos complementarios en jardinería, construcciones livianas, productos básicos de pastelería y elaboración de materiales para productos artesanales.
El Ministerio de Cultura apoya de la mano de otros socios estratégicos como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Aecid, la CAF y OIM, a 11 Escuelas Taller en el país ubicadas en Cali, Buenaventura, Popayán, Tumaco, Quibdó, Barichara, Bogotá, Tunja, Salamina, Cartagena y Mompox.
Para el próximo año, el Ministerio tiene proyectado invertir más de $3.500 millones para la formación de aprendices y el fortalecimiento de las escuelas taller, modelo que a lo largo de estos 25 años de actividades formativas de formación ha permitido transformar la vida de más de 23 mil jóvenes colombianos, gracias a la apuesta por la cultura y el emprendimiento.