Por
Juan Carlos Millán Guzmán
Grupo de Divulgación y Prensa
Ministerio de Cultura
La gente de El Carmen de Bolívar, departamento de Bolívar, lleva la música en la sangre y de ello dan prueba los
cientos de alumnos que se afanan en prepararse día tras día en el dominio de
todo tipo de instrumentos, así como en la forma más adecuada de bailar cada uno
de los ritmos que hicieron célebre a la población natal del maestro Lucho Bermúdez, quien inmortalizó a la
población en uno de los porros capaz de hacer bailar hasta al más conservador
de los cachacos.
Poco antes de inaugurarse la
nueva escuela de música, gracias al apoyo del Ministerio de Cultura, un grupo de treinta jóvenes que desde hace
un tiempo ensayan en una de la salas anexas de la biblioteca pública municipal,
no ocultan su alegría y entusiasmo al saber que pronto contarán con un lugar
mucho más apropiado para realizar sus ensayos, así como con un auditorio en el
que al fin puedan realizar sus presentaciones con todas las de la ley.
Pese a que el grupo, a cargo de
la maestra Libia San Martín Blanco
–egresada de la Facultad de Psicología de a Universidad de San Buenaventura y experta danza-, logró adaptarse a
las condiciones de la biblioteca, puesto que El Carmen no contaba con un espacio para adelantar sus prácticas,
la felicidad de quienes integran la escuela de danza Yoruba –el cual se escogió en virtud a los tres principios que implica
su significado: manejo de la mente, el cuerpo y el alma- al poder contar con un
espacio propio es más que evidente.
“Nuestra tradición cultural y musical está muy
marcada por el legado de África, y están plasmados de manera muy evidente
gracias a lenguajes no verbales como la música y la danza que aquí en El Carmen de Bolívar pueden ser
apreciados en ritmos como porros, cumbias y fandangos”, destaca la maestra,
para quien la nueva escuela de música Lucho
Bermúdez será un lugar que sin duda servirá como albergue y singular
refugio para jóvenes que en otra época no tenían muy claro hacia dónde ir.
“Todos los integrantes de este
grupo de danza, han encontrado en Yoruba una nueva familia que procura formarse
lo mejor posible para poder dedicarse a ser instructores de las futuras
generaciones de artistas del Carmen de
Bolívar, la Costa Atlántica y el
país en su conjunto”, precisa Libia,
para quien el nuevo escenario resulta una herramienta invaluable gracias a las
características de su diseño y los propósitos que busca. “La nueva escuela es
un espacio maravilloso de la que todos nos sentimos orgullosos y enamorados”,
asegura.
“Espacios como el de la escuela de música Lucho Bermúdez, la
cual estará abierta a toda la población de manera gratuita, realmente le abren
un nuevo horizonte a todos los jóvenes de El
Carmen de Bolívar”, manifiesta Libia,
insistiendo en la importancia de hacer de la escuela un espacio que logre
rescatar toda la tradición cultural de una región tan rica como los Montes de María, tan comúnmente
asociada a hechos negativos en otra época.
“Fuimos muy relegados por la
violencia y ese proceso de reconstrucción del tejido social en los estudiantes
y la población en general ha sido muy importante puesto que hasta hace algún
tiempo muchos de ellos decidían irse con grupos armados y la verdad es que
había mucho miedo”, explica la maestra, para quien la escuela de música Lucho Bermúdez
sin duda alguna resulta un paso fundamental y definitivo en dejar atrás el
estigma de la violencia.
“Yo me eduqué en la Escuela de Bellas artes de Cartagena, de
tal manera que estuve rodeada de espacios muy amplios, barras y espejos; así
que al ver esta nueva escuela de música no puedo menos que afirmar que al fin
nos ha llegado nuestra hora y el momento. ¡Lo mejor que le ha pasado a El Carmen de Bolívar fue construir esa
escuela de música!”, subraya Libia con una sonrisa de oreja a oreja en sus
labios.
“Al fin nos vamos a quitar el
estigma de ser considerados guerrilleros o paramilitares y de que en El Carmen de Bolívar sólo se producen
cosas negativas”, manifiesta con entusiasmo la maestra.