Es muy difícil separar a Wilson Manyoma Gil, también conocido como Wilson Saoko, de Fruko y sus Tesos. No solo porque durante varios años fue el vocalista y cantante de ese grupo, uno de los más importantes para la música tropical colombiana, donde compartió con leyendas de la talla de Joe Arroyo y Julio Estrada ‘Fruko’, sino también porque su nombre aparece en algunas de las canciones más representativas de esa agrupación.
Desde el “¡Oye! Te hablo desde la prisión… Wilson Manyoma”, que aparece al comienzo de El preso, el gran éxito de Fruko -en el que Manyoma es el vocalista-, hasta el coro de “¡Manyooomaaa!”, entonado por el Joe Arroyo en la canción que lleva su nombre y que sus compañeros le dedicaron.
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Esto para decir que casi todos en Colombia -todos los que han bailado estos éxitos de la salsa, por lo menos- han escuchado (y bailado) con la voz o el nombre de Wilson Manyoma Gil. No en vano con su muerte, ocurrida este jueves 20 de febrero, en Cali, se va una leyenda de la salsa y una de las voces más representativas de nuestra música tropical.
Discos Fuentes, la disquera a la que lo llevaron en 1973 para que hiciera pruebas y en donde conoció a Fruko, publicó un mensaje en el que destacaron que "su energía arrolladora, su estilo inigualable y su legado en la música tropical colombiana vivirán por siempre en cada acorde, en cada clave, en cada nota que haga vibrar la salsa". Mientras que Fruko, lo resaltó como
“uno de los mejores cantantes que dio el Valle del Cauca”.
Manyoma nació en Cali, en 1951, y creció escuchando boleros en las calles de su barrio. Tuvo dos pasiones: el fútbol y la música. En alguna ocasión, le confesó a Radio Nacional de Colombia que había hecho el proceso para entrar a las divisiones inferiores de Millonarios, pero finalmente se decidió por la música, cuando se dio cuenta de que allá podía ganar plata.
Empezó como utilero de la Sonora Juventud, donde más adelante tuvo la oportunidad de ser cantante. Pasó por otras orquestas e incluso fue bailarín en bares de Juanchito, pero finalmente lo llevaron a Medellín a hacer pruebas con Discos Fuentes y allá se conectó con su destino: Fruko, el Joe y siete álbumes que sonaron en las emisoras de Colombia y de América Latina y que lo hicieron famoso.
“Me volví un bohemio y un gran cantante, muy reconocido -le dijo a El Tiempo sobre esa época de su vida–. Hicimos giras por varios países, fueron grandes momentos”. La bohemia, así como al Joe Arroyo, terminó haciéndole daño y tuvo algunos problemas con las drogas, que logró superar.
Luego grabó con The Latin Brothers, La Sonora Dinamita e incluso tuvo su propia banda: Wilson Manyoma y la orquesta Saoko. También estuvo en Manyoma Brothers, fundada por uno de sus sobrinos, y en la orquesta La Decisión, de su hermano Hermes. Incluso volvió a colaborar con Fruko en algunos álbumes y giras durante los años ochenta y noventa.
Desde el Ministerio de las Culturas lamentamos su muerte y extendemos nuestras condolencias a su familia, amigos y a todos los amantes de la salsa.
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