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Laboratorios de arte para construir memoria en Armero Guayabal, Honda, Ambalema y Lérida

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Durante dos meses, y en el marco de los 40 años de la tragedia de Armero, la Estrategia Armero Territorio Biocultural del MinCulturas ha apoyado la realización de laboratorios de danza, teatro, artes plásticas y circo en los cuatro municipios.

18-02-2025
Laboratorios de arte

Unas 100 personas, incluyendo niños, niñas, adolescentes y jóvenes, han participado en el proceso, que terminará con una obra que se presentará en marzo en Honda.​

​​En el marco de la Estrategia Armero Territorio Biocultural, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes ha venido apoyando, durante los últimos dos meses, una serie de laboratorios de danza, teatro, artes plásticas y circo que se han realizado en Armero Guayabal, Honda, Ambalema y Lérida, municipios del norte del Tolima.

Se trata, según Yira Ñustes Velandia, gestora cultural, instructora, coreógrafa de danza, directora de la Corporación Calina Cumbay y la encargada de dictar los talleres de danza, de un “primer laboratorio de memoria en proyección a la conmemoración de los 40 años de la tragedia de Armero, donde a través de las diferentes expresiones artísticas y culturales, las diferentes comunidades han logrado evidenciar la importancia de la memoria histórica y su rol dentro de esta eventualidad”.

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En los laboratorios, que hasta ahora se han realizado en Honda, Guayabal y Ambalema -en Lérida comenzarán a partir de esta semana-, han participado unas 100 personas (al rededor de 20 en Honda, 60 en Ambalema y 30 en Guayabal), incluyendo jóvenes, adolescentes, niñas y niños (de 4 años en adelante), que han contado con la guía de profesores de la región como Yira Ñustes, en danza; Hans Trujillo Vargas, en circo social; José Luis Castañeda, en teatro, y Hernán Darío Nova, en artes plásticas.

Varios de los participantes, por lo menos en el caso de Guayabal, son habitantes de barrios periféricos, como Esperanza II, conocido también como El Jardín, en donde enfrentan problemas como las economías ilícitas y el conflicto armado. Además de ellos, han participado personas con discapacidad de la fundación Cedinesag.

Armero

No solo ha sido un trabajo sobre construcción de memoria, sino también sobre fortalecimiento del tejido social.


“Se trata de un proceso de investigación y creación artística que busca generar una gran obra que pueda vincular a cuadros artísticos de cada municipio”, cuenta Hans Trujillo Vargas, sociólogo, magíster en territorio, conflicto y cultura, zanquero desde los 11 años y el encargado de los talleres de circo. Para él, los cuatro municipios componen un territorio con un tejido histórico, no solo por la tragedia, sino por el paisaje, la agricultura, la historia y la cultura. Y de ese modo, la obra resultante será “una experiencia de trenzado cultural, a partir de reflexiones muy críticas al respecto”.

Para José Luis Castañeda, licenciado en educación artística y artes escénicas, miembro de la Compañía artística y cultural Sintana, y el encargado de los talleres de teatro, se trata de un producto en el que dialogan las cuatro artes y que se va a presentar, por primera vez, el próximo mes de marzo en Honda. “También se tiene estimado que nos presentemos cuando se instalen las nuevas estaciones de memoria en las ruinas de Armero”, agrega.

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Sobre el ejercicio de trabajar temas de memoria acerca de la tragedia, acepta que en muchos casos se han encontrado con que los más jóvenes no tienen tan claro lo que sucedió (más allá de algunas generalidades). Con él está de acuerdo Yira, quien explica que “las generaciones actuales tienen muy poco conocimiento de la historia de su entorno si se habla de Armero y de la historia en general de nuestro país, y eso nos lleva a una reflexión sobre la importancia de rescatar la memoria” y de “empoderar a las generaciones presentes y las futuras de la importancia de transmitir nuestra memoria”.

En ese sentido, los laboratorios han servido para demostrar, una vez más, como las artes son un vehículo para fortalecer el tejido social y construir memoria. Una forma de reparación para un territorio que, desde que ocurrió la tragedia que marcó para siempre a la región y a todo el país, había sido abandonado por el Estado, con leyes y políticas públicas que se quedaron en el papel. La idea, con la Estrategia Armero Territorio Biocultural, es cumplirles, repararlos e impulsar su desarrollo a partir de las culturas, las artes y los saberes.

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