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“La risa es un elemento que nos nutre hacia la inteligencia”: Gabriel Chamé Buendía

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El clown argentino, que presentará en el FIAV Bogotá su versión de ‘Medida por medida’ de William Shakespeare, habla sobre su relación con el bardo inglés y su apuesta por darle más relevancia a este lenguaje.

8-10-2024
Gabriel Chamé Buendía

Medida por medida' es la segunda versión de un clásico de Shakespeare que crea Chamé Buendía después de 'Othelo termina mal'. Foto: Carlos Furman​​

Mientras tres actores agitaban telas azules para hacer crecer una tormenta marítima en el escenario o cambiaban velozmente de registro gestual para interpretar un sinfín de personajes, Matías Bassi estaba inmerso en la piel de Otelo, el Moro de Venecia, el genio militar invencible al que carcomen y enceguecen los celos. Bassi caminaba la línea recta de una tragedia sin remedio, mientras que sus compañeros de escena, Elvira Gómez, Nicolás Gentile y Agustín Soler, revoloteaban por la autopista sin límites de la comedia, aplicando esos recursos gestuales que sólo los clown saben ejecutar con naturalidad.

Esta versión de una de las tragedias más famosas del dramaturgo inglés William Shakespeare, titulada Othelo termina mal, salió del cerebro del argentino Gabriel Chamé Buendía, uno de los referentes latinoamericanos de ese lenguaje en el que lo gestual convive armónicamente con lo cómico.

Según Chamé Buendía, no es que él hubiera decidido ese contraste entre lo trágico y lo cómico para esta adaptación, sino que el trabajo con los intérpretes lo fue llevando a encontrar esa clave. “Lo importante es ese lenguaje lúdico, físico, un poco tonto, respetando las acciones dramáticas de Shakespeare. O sea, en esa relación entre una métrica chaplinesca, por así decirlo, y un registro shakesperiano, yo me encuentro en el medio, tratando de tomar de cada lugar", dice el artista argentino.

Luego de este Otelo, que desencajó mandíbulas en teatros de Latinoamérica y de España, Chamé Buendía decidió enfrentarse a otro título de Shakespeare, Medida por medida, que se presentará del 9 al 11 de octubre en el FIAV Bogotá – Festival Internacional de Artes Vivas.

La pieza se centra en el Duque Vincentio de Viena, quien anuncia un viaje y deja su trono a cargo del implacable e intachable Ángelo. Sim embargo, el verdadero plan de Vincentio es disfrazarse de fraile y observar en secreto el comportamiento de su pueblo y de Ángelo, quien impone su puño de hierro castigando la lujuria con la pena de muerte.

Gabriel Chamé Buendía

Chamé Buendía es uno de los referentes más importantes del lenguaje del clown en Latinoamérica. 


En esa vorágine legal cae un joven, llamado Claudio, detenido por dejar embarazada a su novia. Su hermana, la bella novicia Isabel, le rogará a Ángelo por la vida de su hermano, pero éste pide a cambio el cuerpo de la novicia, rompiendo la misma ley que impuso.

Medida por medida (La culpa es tuya) recupera ese cuestionamiento sobre las leyes humanas que planteó el bardo inglés y, además, es un ejemplo de ese poder de sus obras de dialogar con los problemas contemporáneos.

Minculturas: ¿Por qué Shakespeare?

Gabriel Chamé Buendía (GCB): Es muy simple, porque es el mejor, es algo maravilloso. Además de una filosofía de vida, de un punto de vista filosófico de nuestra existencia y de una verbalidad poética fuera de lo común, lo que más te da Shakespeare son acciones dramáticas buenísimas. Para alguien que hace un trabajo sobre el clown, sobre el payaso como base, tener acciones dramáticas muy concretas, en las que pasa esto, esto y esto, es un regalo.

Y porque también es mi manera de demostrar o de luchar para que este tipo de teatro sea reconocido. Yo he peleado mucho para que la gente diga: “Ché, esto es un lenguaje tan digno como el teatro danza". Es un lenguaje que cada vez se expande más y cada vez los actores profesionales lo investigan más porque se dan cuenta de que les permite una profundización más interesante en su interpretación. Entonces, hay una relación en Shakespeare que me ayuda a demostrar que se puede hacer teatro y se puede hacer clown en unión.

Minculturas: De hecho, muchas obras de Shakespeare tienen elementos de clown, como los personajes de Rosencrantz y Guildenstern de 'Hamlet', una de sus tragedias más famosas...

GCB: El tema es que en la época de Shakespeare el clown existía y es más delirante todavía porque quien colocó la palabra clown fue Shakespeare. Cuando uno toma uno de sus textos en español, el personaje cómico se llama: rústico paisano. Pero, en inglés, dice directamente: clown. Es decir, Shakespeare sabía muy bien quiénes eran estos cómicos, que los encontraba en las calles de Londres y que eran muy populares, y los tomaba en su compañía y los metía dentro de una obra dramática para hacer un contrapunto. Lógicamente, él manejaba el aspecto dramático, pero, si uno analiza, es imposible que esta visión tan solemne que tienen ahora de Shakespeare pudiera resistir tres horas o cuatro horas con un público de pueblo que además estaba de pie.

Él tenía que dar una atención dramática interesante, por eso es tan bueno, pero, por otro lado, debía tener contrapuntos cómicos para que la gente estuviera atenta para poder captar cosas. El humor permite que haya una captación, es más accesible a veces; entonces, es interesante políticamente esa fusión entre lo intelectual y lo popular. Yo creo que él lo hacía y yo trato de seguir esos pasos.

Gabriel Chamé Buendía

La obra es protagonizada por Matías Bassi, Nicolas Gentile, Elvira Gómez, Marilyn Petito y Agustín Soler. Foto: Carlos Furman


Minculturas: Usted decidió trabajar nuevamente con Shakespeare en 'Medida por medida', que es un registro diferente a sus textos más populares como las tragedias y las comedias fantásticas...

GCB: Es muy interesante como registro porque es una época rara de Shakespeare, que está después de la post peste (negra), y hay un aspecto más amargo de su personalidad. En esta época también están El mercader de Venecia y Bien está lo que bien acaba, que son todas medio extrañas, y sus comedias, a pesar de que están pensadas como comedias, no tienen finales felices, pero tienen trasfondos morales muy potentes. Fue una época de mucha represión protestante, él la escribió en momentos de mucha problemática política, porque la reina Isabel ya había muerto, y ella era la que los protegía, y los nuevos gobiernos empezaron a reprimirlos mucho más, sobre todo en las temáticas que estaban trabajando. Y da la casualidad de que ahora yo tomo esta obra en una época muy agitada políticamente en nuestros tiempos.

Y Shakespeare, nuestro contemporáneo, como dice Jan Kott, es impresionante porque toma el tema de la ley y la compasión: ¿cuánto la ley tiene que ser firme y no moverse? ¿Cuánto hay que ser de compasivo con los seres humanos para poder también convivir mejor? Y esa relación termina mezclándose en un acto de abuso de poder, un abuso de poder sexual, sobre todas las cosas.

Minculturas: Y eso tiene Shakespeare, que siempre es muy actual, especialmente esa preocupación sobre el poder y sobre las ansias del poder...

GCB: Sí, porque tiene que ver con la psiquis humana, donde el poder nos deforma, nos controla o nos devora. Además, Shakespeare lo plantea como dos grupos dentro de la obra, un grupo muy selecto, de gente muy elitista, y el pueblo, que está completamente corrupto. Esta relación de pueblo y de poder también es muy actual, la gente hace cualquier cosa porque no cree de verdad en los políticos, los tenemos que votar, pero no les creemos. Nuestra esperanza es corta, creemos un par de meses y ya está...

Él se conecta con estas realidades, aunque era muy diferente, porque en ese tiempo no existía una democracia. Sin embargo, una cosa que yo siempre destaco es el hecho de que Shakespeare y todos sus compañeros autores de la época, específicamente los cómicos, tenían elementos que marcaron la democracia actual. Quiero decir, el poder reírse en esa época del poder feudal, del poder eclesiástico, del poder militar, era un acto de rebeldía, era un hecho democrático. A través de la risa hay una democracia, hay un permiso de dejarnos reír de algo que nos oprime; es decir, que no era solamente el entretenimiento de la época. Hay que entender eso también, yo creo que la risa es un elemento que nos nutre hacia una inteligencia y no hacia una idiotez.

Minculturas: Eso también expone la cuestión de que se ha venido asumiendo a Shakespeare como algo muy elevado por su construcción dramatúrgica y semántica, aunque en realidad él hablaba desde lo popular...

GCB: Yo siempre digo que, si uno quiere saber lo que piensa Shakespeare, hay que buscar cualquier texto de los bufones de sus obras y lo que dice el bufón es lo que pensaba Shakespeare. En los demás personajes, él estaba viendo cómo la naturaleza humana se corrompe, se enceguece, y, sin embargo, con el bufón, empieza a burlarse del sistema, habla de lo que él piensa.

Y ese es el desafío, yo no puedo decir que yo hago Shakespeare como se hacía en su época, para mí, hacer Shakespeare es simplemente un pretexto para poder hacer mis obras, mi lenguaje; es un pretexto para poder mostrar un tipo de teatro que yo amo y que creo que puede aportar algo a la teatralidad latinoamericana. Sin embargo, me parece súper importante esta ruptura que tengo en relación con la solemnidad o la literalidad de cómo se hace Shakespeare, que es un infierno de aburrimiento. Pobres jóvenes que tienen que ver este tipo de obras y pobre Shakespeare que lo destruyen haciendo cosas tan pesadas, cuando él no era así.

Minculturas: Ahí hay una clave, porque a veces a Shakespeare se lo respeta mucho...

GCB: Pero nos saca las ganas de ir al teatro y no puede ser. Es muy peligroso que la gente se aburra en el teatro, es muy peligroso que la gente se duerma en un teatro. Es una responsabilidad nuestra, yo no estoy diciendo que hay que hacer entretenimiento jocoso e idiota para todo el mundo; estoy diciendo que hay que buscar la forma de que el espectador diga: “Fui al teatro y no puedo creer lo que vi", y empiece a hablar con sus amigos de lo que fue a ver, a recomendarlo, a compartirlo con los otros. Su vida se alegra un poco, porque algo le nutrió y tuvo una experiencia de vida. Yo creo que eso es el arte y, en este caso, la cultura teatral. No puede ser que, en nombre de una especie de poder cultural, se tengan que hacer las cosas solo de una manera.

Y yo estoy en una especie de lucha, desde el payaso o desde el clown, como queramos llamarlo, de que este lenguaje se expanda y que pueda influir a la gente. Es una manera de aportar algo a esa conexión popular e intelectual con el público.

***

'Medida por medida'

Teatro Sarmiento (Argentina)
9, 10 y 11 de octubre
7:30 p. m.
Teatro Colsubsidio
Boletería disponible en https://tuboleta.com/es/eventos/medida-por-medida

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