Por Yeimi Díaz Mogollón
Hace aproximadamente 45 años, campesinos del Macizo Colombiano crearon tanques de abastecimiento para atender las necesidades de agua existentes en diferentes territorios. Con recursos económicos propios, el trabajo de las mingas y la juntanza de las comunidades lograron construir decenas de estos espacios que, a lo largo de su historia, han sido conocidos como acueductos comunitarios y se han convertido en una parte importante de la identidad de la región.
Ese es el relato de ‘Comunidades de agua’, un trabajo audiovisual liderado por Victoria Yacumal y Ginner Solarte, como participantes del laboratorio de formación y creación de contenidos Reporteros y Reporteras del Macizo Colombiano. La iniciativa de la Dirección de Audiovisuales, Cine y Medios Interactivos del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes busca impulsar procesos de comunicación campesina para construir memoria y fortalecer las narrativas propias de los territorios.
“Los acueductos comunitarios tienen una incidencia veredal, pero también hay algunos regionales. Cada municipio tiene una cantidad específica, por ejemplo, en Timbio hay tres y en Sotará hay 60, la mayoría de nosotros dependemos del agua que pasa por allí. Sin embargo, debido a la privatización, estos acueductos han ido perdiendo su carácter comunitario y el agua para nuestras comunidades está en riesgo”, explica Victoria Yacumal.
Parte de esa historia es contada por representantes de la comunidad, instituciones educativas y acueductos, en el proyecto audiovisual creado en el laboratorio que contó con el apoyo de la Fundación Estrella Orográfica del Macizo Colombiano (FUNDECIMA). El testimonio de algunas mujeres se incluye en el relato para destacar su papel en la economía del cuidado, mientras que los jóvenes aportan sus percepciones sobre la gestión comunitaria del agua y la protección ambiental.

Además de los acueductos comunitarios, en el laboratorio se crearon productos relacionados con soberanía alimentaria y derechos humanos.
Para Ginner Solarte, este proyecto comunicativo es fundamental porque permite dar a conocer lo que está sucediendo en el territorio y la manera cómo se están acabando los acueductos, para hacer un llamado sobre la necesidad de protegerlos. Además, es una apuesta que responde a las necesidades de una comunidad que lucha por fortalecer este tipo de procesos comunitarios y defender el recurso hídrico.
“Hacer parte de este laboratorio ha sido fundamental porque nos ha permitido relacionarnos con otras comunidades y otros procesos, para poder identificar y difundir los conocimientos que tenemos de nuestro territorio. Como campesinos, estábamos en mora de realizar estos productos comunicativos. Son procesos que deben potenciarse, avanzar y continuar para tener diferentes productos que aporten a la comunidad que tanto lo necesita", afirma Solarte.
El laboratorio se realizó en Popayán con más de 20 personas de distintos municipios del Cauca, quienes tuvieron la oportunidad de potenciar sus habilidades comunicativas y contribuir al fortalecimiento de la Red de Comunicadores Populares del Macizo Colombiano. Además del proyecto 'Comunidades de agua', que también tiene una versión en fanzine, los participantes realizaron otros contenidos sonoros, escritos y audiovisuales con enfoque campesino, que abordan temas relacionados con la identidad cultural, la soberanía alimentaria, los derechos humanos y la memoria de la región, entre otros.
De acuerdo con Guillermo Verón, comunicador social de FUNDECIMA y tutor del laboratorio, estos proyectos son el resultado de un ejercicio de formación y una labor de reportería comunitaria realizada para visibilizar los diferentes procesos que se tejen en los territorios. “Esta es la oportunidad para que las personas puedan movilizar pensamientos e ideas, porque aquí pasan cosas más allá de la cotidianidad. Creo que la comunicación está presente en cada instancia de la vida y hace parte del ser humano por naturaleza", señala.
En este espacio, jóvenes y adultos crean redes y promueven el uso de herramientas comunicativas para narrar las realidades de su territorio.
Así como los acueductos comunitarios cobran importancia a través de la comunicación campesina, esas otras realidades de los territorios salen a la luz gracias al trabajo de sus comunidades y al uso de herramientas comunicativas que ayudan a que cada vez más personas se enteren de lo que está pasando en diferentes regiones del país, al tiempo que permiten crear redes para fortalecer la identidad del campesinado y transmitir sus conocimientos, tal como lo concluye Victoria Yacumal:
“Al laboratorio llegaron personas de diferentes edades, con capacidades para la tecnología, para escribir y para diferentes temas; eso hace que tengamos más recursos para comunicar y que podamos construir un tejido mucho más fuerte. Además, este espacio nos permitió conocernos un poco más, hablar de nuestras realidades y compartir la información que tenemos. Es importante la confianza que nos dan para aportar al desarrollo de nuestro territorio".