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En la obra ‘Misericordia’, la directora italiana Emma Dante busca la luz entre las tinieblas

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Las protagonistas de esta obra, que se presenta durante el último fin de semana del FIAV Bogotá, hablan sobre su proceso de creación y la influencia del ‘Pinocho’ de Carlo Collodi.

12-10-2024
Fiav Bogotá 2024

​​​ 'Misericordia' es una coproducción entre la Compagnia Sud Costa Occidentale de Emma Dante y el prestigioso Piccolo Teatro de Milán. Fotos: Masiar Pasquali.​​

Antes de empezar un nuevo montaje, la directora y dramaturga italiana Emma Dante les suele entregar a sus actrices los vestuarios que representarán a sus personajes y, además, les pide que hagan una caminata de unos 10 o 12 pasos, dependiendo del tamaño del espacio de trabajo.

Al final de la caminata, siempre deben girar a la derecha.

La actriz Leonarda Saffi, una de las colaboradoras recurrentes de Dante, asegura que los vestuarios las ayudan a dejar de estar en su propia piel y entrar al interior de sus nuevos personajes.

Ese giro a la derecha, por otro lado, hace que se desestabilicen un poco y, gracias a la pérdida del equilibrio, empiecen a recorrer un nuevo mundo. Uno de esos nuevos mundos fue Misericordia, en la que la directora convocó a las actrices de su grupo, la Compagnia Sud Costa Occidentale: Italia Carroccio, Manuela Lo Sicco y Leonarda Saffi.

A ellas se sumó el bailarín Simone Zambelli, quien trabajaba por primera vez con Dante. “En ese primer ensayo, la propuesta fue hacer que Simone jugara con ciertos objetos. Entonces, según cómo él iba respondiendo a la presencia de estos objetos, empezamos un poco a crear ese mundo”, recuerda Saffi.

Las tres actrices y el bailarín comparten esas anécdotas en una terraza del Hotel Tequendama, en donde se hospedan previo a sus presentaciones de Misericordia en el FIAV Bogotá – Festival Internacional de las Artes Vivas.

Ellas ya han acompañado a Dante —cineasta, novelista y directora de escena de ópera— en los proyectos en los que suele utilizar fábulas contemporáneas para describir los horrores, y los colores, del mundo contemporáneo.

Él llegó al mundo de Dante como una aparición mágica de cuento de hadas. La italiana pensó por primera vez en hacer una obra que tuviera como tema principal la maternidad cuando fue a un hospital con su hija y vio a un niño girar y girar sobre su propio cuerpo.

Esa misma noche, vio bailar a Zambelli.  

“Cuando me vio bailar, quizás supo que yo tenía que ser ese muchacho de la obra. Ella nunca va a espectáculos de danza, entonces, digamos, que esa noche fue por casualidad, ella estaba ahí y en ese momento se empezó a desarrollar lo que es ‘Misericordia’”, dice el bailarín.

Misericordia

De izquierda a derecha, Manuela Lo Sicco, Leonarda Saffi, Simone Zambelli y Italia Carroccio, protagonistas de la obra.​


Misericordia es, además, una relectura de una de las fábulas más famosas: Pinocho de Carlo Collodi. Se podría decir que Arturo, el personaje que interpreta Zambelli, es Pinocho, pero este Pinocho no nació del amor de un marionetista.

La madre de Arturo, una trabajadora sexual, murió masacrada a golpes por uno de sus clientes regulares, un carnicero, que es el padre del niño. Las tres compañeras de la madre asesinada, Anna, Nuzza y Bettina, se convirtieron en madre de Arturo, un niño hiperactivo, algo torpe en sus movimientos, que camina como si estuviera hecho de madera.

En ese diálogo que Dante propone entre la fábula y nuestras desgracias contemporáneas, en ese mundo que parece estar lleno sólo de tinieblas, se logra colar la luz. Para Manuela Lo Sicco, esa luz es el antídoto, es esa misericordia del título, pero no entendida como algo que tiene que ver con la piedad, sino como un regalo.

“Es el amor que dan estas tres madres sin esperar nada a cambio, con la esperanza de que este hijo pueda encontrar un mundo mejor. Es un regalo que dan siendo muy conscientes del sufrimiento y de esta falta de comodidad, pero también con un sentido muy profundo de la confianza y también un poco de orgullo”, añade la actriz.

Las tres mujeres, que se juegan su cuerpo durante las noches esperando a que algún transeúnte las note mientras están paradas en el umbral de su puerta, viven en un piso mugriento de una sola habitación, en donde durante el día se dedican a tejer y a cuidar a esa pequeña criatura que es Arturo.

Allí, en esa partitura de lo cotidiano, se transmiten las costumbres de la Sicilia natal de Dante —que nació en la ciudad de Palermo—. No sólo hay diálogos en dialectos siciliano y apuliano, sino que se destaca el protagonismo que las mujeres han tenido históricamente en las familias de esta región italiana.

Para la actriz Italia Carroccio, esa especie de matriarcado en Sicilia es una cuestión que viene de tiempo atrás, pues, en esa región, la cabeza de familia, al contrario de cómo se quiere hacer ver, no es el hombre, sino que la mujer es la que tiene la capacidad de gestionar, de administrar y de guiar.

“Esto es algo que se refleja un poco en la obra, en la que, para empezar, no hay una familia convencional, son tres mujeres que no tienen un parentesco, sino que las une la amistad y que además tienen un hijo putativo (…) Lo que hace Emma Dante es representa el verdadero rol que tiene la mujer en la sociedad, a pesar de que muchas veces quiera opacarse”, añade Carroccio.

Dante, que ha sido nominada dos veces al León de Oro del Festival de Cine de Venecia gracias a sus películas Via Castellana Bandiera (2013) y Las hermanas Macaluso (2020), y que ha sido directora escénica de ópera junto a batutas como el argentino Daniel Barenboim y el venezolano Gustavo Dudamel, montó Misericordia en coproducción con el prestigioso Piccolo Teatro de Milán.

En esta obra, esa tesitura interpretativa que las actrices han desarrollado junto a la directora, se mezcla con esos movimientos inusuales de Zambelli, que son, a su manera, una especie de evolución, una conversión de la madera en carne. Puede que parezca una moraleja, pero en realidad esa transformación está impregnada de muchas reflexiones sociales.

Para Leonarda Saffi, este niño pasa de ser muñeco a ser hombre y se arroja al mundo, a una sociedad en la que se silencia a las mujeres y en la que el hombre es el que tiene la relación de poder y de dominio en la que se mueve la obra.  

“La gran virtud de la obra es tomar esa fábula que es un poco moralizante, y que desconoce un poco esa realidad del mundo, y volverse una cuestión perentoria, tomar una posición política explícita que declara esta dualidad y esta problemática”, finaliza la actriz. 


***

‘Misericordia’​

12 de octubre, 7:30 p. m.

13 y 14 de octubre, 3:00 p. m.

Sala Delia Zapata del Centro Nacional de las Artes.  

Más información: https://www.fiavbogota.com/obras/misericordia/

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