Bogotá, 31 de agosto de 2024. El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes declaró el 2025 como el año del centenario del natalicio del periodista Guillermo Cano Izasa. Esta iniciativa busca conmemorar la vida, obra y legado de Cano Izasa en la construcción de la paz y en la búsqueda de la verdad en Colombia.
La cartera ministerial promoverá acciones que le rindan tributo en el marco de sus actividades en el campo periodístico y cultural.
Además, se conformará un comité para asesorar y coordinar las actividades conmemorativas, que estará integrado por la Biblioteca Nacional, el grupo del Libro, la Lectura y la Literatura del ministerio y el Instituto Caro y Cuervo.
Con esta resolución 0310 del 20 de agosto de 2024, la entidad incentiva la promoción y la divulgación de los valores literarios de la cultura colombiana, al rendir homenaje a uno de los máximos exponentes del periodismo en el país.
Un ejemplo de periodismo
Guillermo Cano Izasa nació en Bogotá el 12 de agosto de 1925. Sus padres fueron don Gabriel Cano Villegas y doña Luz Izasa. Desde 1943, su padre lo involucró laboralmente en El Espectador, donde inició su trabajo periodístico escribiendo noticias culturales y crónicas deportivas.
En 1948, durante el inicio de la época de La Violencia, Cano Izasa fundó el Dominical de El Espectador y, el 17 de septiembre de 1952, asumió la dirección del periódico.
En la década de los ochenta, El Espectador, con Guillermo Cano a la cabeza, denunció los fraudes provocados por conglomerados económicos que generaron una crisis financiera. Asimismo, apoyó el proceso de paz del gobierno de Belisario Betancur con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), advirtiendo que la paz no se puede imponer sobre la muerte violenta, la coacción y el secuestro.
Durante la guerra contra el narcotráfico apoyó al ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla en su lucha frontal contra las mafias del narcotráfico, particularmente denunciando a Pablo Escobar en su paso por el Congreso de la República.
Guillermo Cano fue asesinado el 17 de diciembre de 1986 cuando salía del periódico hacia su casa, tras múltiples amenazas en su contra. Su muerte evidenció la vulnerabilidad y la falta de protección estatal hacia quienes se atrevían a denunciar los crímenes perpetrados por las mafias.
Conmemorar el centenario del natalicio de Guillermo Cano es un acto de agradecimiento a su memoria y una exaltación a quienes han dedicado su vida a investigar, indagar y publicar el entramado de corrupción entre política y narcotráfico en el país.
El Estado colombiano, por medio del Ministerio de Justicia y del Derecho, reconoció su responsabilidad en el crimen del periodista.