En el mes de la Afrocolombianidad, organizaciones comunitarias de Ciudad Bolívar compartieron saberes, memorias y experiencias con el equipo territorial del Ministerio de las Culturas, en un recorrido por uno de los espacios más potentes de autogestión cultural urbana en Bogotá.
Bogotá D.C., 6 de junio de 2025. Para cerrar mayo, el mes de la Afrocolombianidad, el Museo de la Ciudad Autoconstruida, en el barrio El Paraíso de Ciudad Bolívar, fue escenario de una jornada de intercambio comunitario y reflexión cultural con la presencia de más de 50 integrantes del equipo territorial del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes.
La visita fue liderada por la Dirección de Fomento Regional y convocó a dinamizadores y coordinadores regionales de todo el país, quienes recorrieron este espacio simbólico construido por las propias comunidades del sur de Bogotá. En diálogo con líderes barriales y organizaciones afrocolombianas urbanas, se reconoció la importancia del museo como un proyecto vivo de memoria colectiva, justicia territorial y dignificación de las culturas populares.
El Museo de la Ciudad Autoconstruida es mucho más que un espacio expositivo: es una plataforma de pedagogía popular y un lugar de encuentro que narra las luchas históricas de las comunidades afrodescendientes, campesinas e indígenas que han construido sus barrios ladrillo a ladrillo, desde el desarraigo forzado y la exclusión estatal. Allí se registran, con archivos orales, imágenes, recorridos y experiencias, las formas de habitar dignamente la ciudad cuando esta ha negado el derecho pleno al territorio.

La jornada incluyó recorridos guiados, testimonios de procesos comunitarios, intervenciones culturales y espacios de escucha entre el equipo ministerial y las organizaciones locales. La participación de equipos regionales del Chocó, Pacífico, Eje cafetero, Orinoquia, Andina, Caribe y Amazonía permitió generar un diálogo entre periferias, tejiendo puentes entre memorias rurales y urbanas, todas atravesadas por resistencias afro, mestizas y populares.
Agripina Moreno, con 45 años viviendo en la zona, resaltó: “Cuando llegué al barrio era duro, la discriminación, todo. Ahora tenemos procesos, organizaciones para seguir manteniendo vivas las tradiciones”.
Esta acción territorial reafirma el compromiso del ministerio con el reconocimiento de las culturas vivas urbanas y la apuesta por una política cultural descentralizada, que se construya desde el diálogo con los territorios, y que entienda la cultura como un derecho, una herramienta de justicia y un camino hacia la paz.