- En el último mes, las orquestas aliadas a esta gran red desplegaron su talento, compromiso social y excelencia artística en distintas regiones de Colombia, reafirmando que la música sinfónica es un lenguaje de unión, educación y esperanza.
Medellín vibró con Aida y jóvenes talentos
La Orquesta Sinfónica EAFIT fue protagonista con su imponente producción de la ópera Aida, en alianza con la Fundación Prolírica de Antioquia. Más de 200 artistas en escena, tres funciones y una ovación de más de 4.800 asistentes posicionaron este montaje como uno de los hitos escénicos del año. A la par, la institución celebró el concierto Jóvenes Talentos II, donde estudiantes del pregrado y la maestría en música reafirmaron el poder formativo de la práctica orquestal.
Música para la paz, así se vivió en Cali
En el suroccidente colombiano, la Orquesta Filarmónica de Cali lideró una residencia artística en Llano Verde con niños, niñas y adolescentes de contextos históricamente vulnerables. Bajo la sombrilla del programa Artes para la Paz, los jóvenes vivieron cuatro días de talleres, ensayos y creación colectiva, culminando con una muestra abierta a la comunidad. La música, en este proceso, se consolidó como un puente pedagógico y emocional que sana, vincula y transforma.
Bucaramanga celebró con instrumentos de viento
La Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB) celebró la decimotercera edición del Festival de Instrumentos de Viento, una cita que reunió a más de 100 niños y jóvenes de distintas regiones. Talleres especializados, integración y un concierto de clausura permitieron visibilizar el talento emergente y fortalecer procesos musicales en Santander. Además, la Orquesta Sinfónica UNAB presentó el programa Paisajes Mestizos, un homenaje sonoro a la riqueza cultural colombiana que fue recibido con entusiasmo por el público local.
Caldas transformó espacios no convencionales
La Orquesta Sinfónica de Caldas vivió un mes de profunda conexión territorial. Tres conciertos sinfónicos de gran formato —incluyendo Las Soledades de Guillermo con teatro lleno— y 11 presentaciones en formato de cámara y conciertos didácticos transformaron espacios no convencionales: UCI´S, centros de rehabilitación y una veredas. Con cada nota, la orquesta demostró que la música también puede acompañar, sanar y crear comunidad.
Bogotá viajó a Rusia
La Nueva Filarmonía cerró su temporada Rusia Sinfónica 2025 con dos conciertos memorables bajo la dirección del maestro Ricardo Jaramillo. Obras de Tchaikovsky, Mussorgsky, Borodin y Rimsky-Korsakov emocionaron al público del Auditorio Fabio Lozano, consolidando un cierre técnico y expresivo de alto nivel. Ahora, la orquesta se prepara para retomar el componente educativo del proyecto, reafirmando su compromiso con la formación de nuevas generaciones.
Un país que suena y se transforma
Estas experiencias son solo una muestra del inmenso potencial de la música para transformar realidades, crear tejido social y fortalecer el alma de los territorios.
¡Con Artes para la Paz, Colombia suena más fuerte que nunca!
