La tradición de celebrar a los ahijados con macetas de alfeñique es una práctica cultural que identifica a Cali y a los caleños. El regalo de la maceta, de padrinos a ahijados, es un evento que se repite cada año, reforzando los vínculos intergeneracionales y las redes de parientes y amigos, generando en los caleños sentimientos de identidad, pertenencia a la ciudad y continuidad generacional. Es también una fiesta de los niños. Los niños esperan con ansiedad el 29 de junio, día del regalo de las macetas y de los santos cristianos Pedro y Pablo para recibir esta ofrenda y asistir en compañía de su padrino al barrio San Antonio y a otros lugares donde los artesanos venden sus dulces.
La maceta de dulces es el soporte físico-simbólico de una relación social de parentesco y de un rico universo simbólicosobre el que se hablará más adelante y es el referente de importantes valores sociales: la solidaridad entre generaciones, la responsabilidad personal con los niños, el apoyo y generosidad entre familias y las manifestaciones visibles del afecto entre las personas, entre muchos otros valores.
La maceta es también una expresión del arte popular. Es un trabajo manual. Elaborada por artesanos del azúcar es un producto que tiene una estética particular que se ha mantenido a través del tiempo y hace de este regalo quizá lamás hermosa artesanía de dulce de azúcar del país.
La solicitud de inclusión de esta tradición en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, surgió como una iniciativa de los artesanos del azúcar y de las diferentes instituciones públicas, mixtas, académicas y privadas, que consideraron necesaria la salvaguardia de esta tradición utilizando las herramientas legales y de política cultural relacionadas con el patrimonio cultural, y en especial, con el Patrimonio Cultural Inmaterial.
El interés de los artesanos, las instituciones y las personas, además de la salvaguardia efectiva de la tradición era que fuese reconocida y valorada a nivel nacional como una expresión del PCI de los colombianos. La tradición de la maceta es un orgullo de los caleños y lo debe ser también para el país, porque se trata de una manifestación cultural única, llena de sentido y belleza.