Kevin Johansen y Liniers se suben al escenario con una complicidad que solo dan los años, la amistad y el juego compartido. Juntos proponen un espectáculo tan singular como entrañable.
Desde hace más de 15 años, este dúo ha recorrido teatros y festivales en América Latina, Europa y Estados Unidos, desbordando etiquetas: no es solo música, ni solo dibujo, ni solo humor. Es una puesta en escena sensible y juguetona, donde el trazo y el acorde se buscan, se provocan y se celebran mutuamente.
Con su estilo inconfundible, Johansen canta con ironía y ternura; Liniers dibuja con lucidez y desparpajo. Y el público —lectores de Macanudo, fans de Fin de fiesta, curiosos y fieles— se convierte en testigo de una travesía compartida donde todo puede pasar: que una canción se vuelva viñeta, que una línea se convierta en carcajada, que una risa se quede flotando en el aire.
Este viaje entrañable llega ahora al Teatro Colón del Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella.
