Jacquin
Strouss de Samper,
presidenta del Comité del Año Soledad Acosta de Samper, refiere
en esta emotiva entrevista algunos aspectos de la manera como se gestó esta
iniciativa, producto de su curiosidad intelectual como estudiante de Maestría
en Historia, así como de la audaz propuesta que le formulara Carolina Alzate,
catedrática y experta en la obra de la brillante intelectual, historiadora,
periodista y escritora, que sin duda alguna sentó las bases para el
reconocimiento de la importancia de la mujer como protagonista activa de
nuestra historia.
“No solo se
trata de echarle flores, sino también de conocer a fondo su obra y conocerla en
su real dimensión, porque la idea respecto a que el conocimiento de nuestras
figuras nacionales tenía que estar rodeado de estereotipos, como si se tratase
de seres perfectos y sin defectos, la verdad es que era una idea muy del
siglo XIX”, comenta la presidenta del Comité.
¿Cuál
es el balance de todo este año de conmemoraciones en memoria de doña Soledad
Acosta de Samper?
Creo que ha
sido un año muy positivo en virtud a la calidad de los eventos que hemos
realizado, así como el gran trabajo desplegado en lo que tiene que ver con la
recuperación de la obra de Soledad Acosta de Samper, así como la visibilización
de su magnífico legado entre el gran público.
¿Qué
actividades y hechos serían los más destacables en el transcurso de toda esta
conmemoración?
Se han
realizado varias reproducciones de su obra en distintos formatos que incluso
comprenden un carácter virtual, gracias al invaluable apoyo de la Biblioteca
Nacional que digitalizó toda su obra, como parte fundamental de lo que se
hizo; para no mencionar el que por ejemplo Fundalectura ha comenzado la
distribución de algunos de los libros, uno de ellos pensado de manera
específica en los niños.
Se produjo una
obra de teatro, “Las víctimas de la guerra”, que fue escrita por Soledad
Acosta y a la que se le hizo una adaptación para ser interpretada en esta
época, y que se llevó a Ecuador como parte de la delegación que
representó a Colombia en calidad de Invitado de Honor de la Feria del
libro de Quito el año pasado.
Se produjo una
emisión filatélica en su memoria, así como un simposio de carácter
internacional con la participación de catedráticos de primer orden, que
permitió adelantar una auténtica desacralización de la figura de Soledad
Acosta de Samper, para volverla una mujer de carne y hueso, sin por ello
restar importancia a su enorme aporte al desarrollo de nuestra cultura.
¿Cómo
fue posible hacer toda esta cantidad de eventos y trabajos en torno a la obra
de doña Soledad Acosta de Samper?
Desde el 15 de
marzo del año 2013, cuando se lanzó de manera oficial el año Soledad
Acosta de Samper hemos encontrado en el Ministerio de Cultura a un
gran aliado en difundir la vida y el legado de quien sin duda alguna ha sido
una de las mujeres más importantes y prolíficas a lo largo del siglo XIX en
Colombia.
¿Qué
la llevó a liderar esta iniciativa?
En mi caso
particular, yo hice la Tesis de mi Maestría en Historia sobre Soledad Acosta,
en procura de conocer con mayor profundidad algunos aspectos relacionados con
su labor como historiadora y biógrafa hacia finales del siglo XIX, porque su
labor como periodista, ensayista y literata ya había sido estudiada.
De tal manera
que en medio de esta investigación, en 2012 tuve la oportunidad de hacerle una
entrevista a Carolina Alzate –quien trabajó con Montserrat Ordóñez-,
porque la verdad es que a lo largo de todo este tiempo surgieron varias
inquietudes, así como la iniciativa de la profesora Alzate para
adelantar todas estas conmemoraciones, puesto que se presentaba la coyuntura de
que se cumplieran 100 años del fallecimiento.
Y
terminó siendo una conmemoración de mujeres para celebrar la memoria de una
mujer…
En Colombia
se han hecho muchos a homenajes a hombres que sin duda alguna han sido muy
importantes en nuestra historia –pienso en Caro, Cuervo o Pombo-,
y pese a que en ese momento nos pareció una tarea francamente titánica porque
la verdad es que Soledad Acosta de Samper no era muy conocida, decidimos
presentar la propuesta al Ministerio de Cultura.
¿Qué
tan identificada se sintió usted misma con Soledad Acosta de Samper?
Mucho, en la
medida que yo misma estoy también casada con un político (el expresidente
Ernesto Samper Pizano), al que sin embargo le fascinan estos temas y terminó
también haciendo las veces de historiador. Y en esa medida fue una experiencia
novedosa aunque la verdad es que resulta mucho más fácil discutir sobre tal o
cual aspecto de este trabajo en particular con un colega que con un cónyuge:
algunas veces, por ejemplo, en que le pedía su opinión terminaba haciendo más
énfasis en el tema político del que yo misma hubiera querido (risas).
¿Algún
aspecto que haya llamado su atención durante todo este proceso de investigación?
Tuvimos
algunas sorpresas: por ejemplo descubrimos otro periódico que ella redactaba y
dirigía, así como algunos manuscritos de libros que, pese a tratarse de una
escritora muy prolífica, nunca llegó a publicar.
Encontrar
también la correspondencia recibida por ella, que reposaba en el Archivo
Samper del Gimnasio Moderno de Bogotá, fue un hecho
muy satisfactorio porque da cuenta de su relación con americanistas de la
importancia de Ricardo Palma, o de la controversia que tuvo con su hija
cuando decidió meterse de monja, no obstante a ser una mujer tan católica.
¿Qué
tan fácil resultó desacralizar la figura de Soledad Acosta de Samper?
Ella estaba
tan invisible que humanizar su figura y desidealizarla resultó un paso
importante para permitir el conocimiento de su vida y su obra al gran público.
Un
año después, ¿cuál cree usted que es la percepción del público respecto a la
figura de Soledad Acosta de Samper?
La primera impresión
que se tenía entre el gran público es que la verdad muchos ni siquiera tenían
idea de que fuera colombiana, pero sin lugar a dudas la exposición que se
adelanta en la Biblioteca Nacional, junto a las publicaciones de sus
libros y la presencia que tuvimos en la pasada Feria del Libro, generó un
cambio en cuanto a la percepción y el interés que genera la obra y el legado de
Soledad Acosta de Samper.
¿Cómo
lograr que esa propuesta finalmente se consolidara en unos hechos tan dicientes
de la actividad desplegada por el Comité del Año Soledad Acosta de Samper?
Me considero
una persona con una gran capacidad de reunir personas en torno a un fin, en
procura de obtener los mejores resultados posibles, de manera que lo que
inicialmente era un grupo de tres personas terminó contando con la
participación de IDARTES y una serie de Universidades, que nos
permitió adelantar una convocatoria lo bastante amplia como para que al final
el Comité terminara integrado por 25 personas.
¿Qué
tan fácil resulta conciliar las opiniones de un grupo de amplio de expertos en
la obra de Soledad Acosta de Samper?
Este era un
espacio participativo en el que todos podían expresar sus opiniones y las de
las instituciones que muchos de ellos representan, porque en este tipo de actividades
culturales no resulta fácil emprender una tarea como ésta solos; y en esa
medida procuramos aunar la mayor cantidad de esfuerzos posibles para obtener
los mejores resultados posibles.
Se trató de un
proceso de convocatoria que en realidad resultó muy interesante, porque tuvimos
la posibilidad de evaluar todo tipo de conceptos provenientes de personas que
representan por ejemplo al Archivo Distrital, o universidades como la
del Atlántico, o la Industrial de Santander, así como el apoyo de
la empresa privada que también decidió sumarse a esta iniciativa.
Los académicos
que asistieron al simposio celebrado el año pasado quedaron muy impresionados
con el apoyo del Gobierno a este tipo de actividades. ¿Cómo califica el
papel que ha tenido el Ministerio de Cultura en este proceso?
El apoyo del Ministerio
de Cultura resultó clave en la realización y puesta en marcha de toda esta
propuesta, porque sin la participación de instituciones como el Caro y
Cuervo, la Biblioteca Nacional o de la propia Ministra Mariana
Garcés Córdoba, la verdad es que no hubiéramos podido hacer nada, porque
ellos se han preocupado de manera muy especial y activa en el fomento de
nuestros valores nacionales.
Mayores informes:
Juan
Carlos Millán Guzmán
Grupo de
Divulgación y Prensa,
Ministerio
de Cultura
Tel
3424100 ext. 1295
Cel. 311
878 67 43
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