Cristina Gallego

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“Interpelo los guiones todo el tiempo, a los guionistas y a los directores, creo que mi función como productora siempre es representar al espectador en un momento en que no hay película”

Estudié mercadeo y publicidad, y cine y televisión, en la Universidad Nacional. Apenas me gradué me dediqué a la producción, antes hice documentales como realizadora, pero mi camino laboral siempre ha estado dedicado a la producción. He producido o coproducido no sé cuántas películas, pero entre ellas están La Sombra del caminante, Los viajes del viento, Edificio Royal, El abrazo de la serpiente, Demonios tus ojos y un documental que se llama El viaje del acordeón. Ahora produje y codirigí Pájaros de verano.

Leo e interpelo a los guiones todo el tiempo, a los guionistas y a los directores. Creo que mi función como productora siempre es representar al espectador en un momento en que no hay película. Entonces, es ver si siento incomodidad, si me aburro, si no me conecto con los personajes, si siento que la trama es superficial y que el conflicto no se desarrolla. Todo esto es lo que tengo que ver desde el guion.

Cada película fue hecha en un contexto diferente de la cinematografía nacional. Haber salido con una película como Pájaros de verano hace diez años hubiese sido una locura, pero se dieron las cosas para que hoy pudiera ser realidad. Lo que hemos hecho es dar pasos en la medida en que podemos asumir los riesgos que vienen.

En el 2003 se promulgó la Ley del cine que entró a regir en el 2004. La ley nos abrió la posibilidad de hacer cine a una generación que venía sin suelo. La llegada de la Ley nos permitió crear una empresa, crear películas y entrar al mundo de las coproducciones. Conocer cómo se financiaban y cómo se movían todas las cosas. Nos permitió formarnos como realizadores y tener experiencia.

Con Ciro Guerra siempre hemos pensado hacia adelante y el cine como una necesidad de expresión, desde la realización y desde lo artístico, desde lo cinematográfico. Hacemos un trabajo muy de la mano con los guionistas. Hay unas cosas que dice el guion y otras que hay en el universo que uno crea en el montaje. Creo que en la armada del equipo hay una clave muy grande. Cada película necesita a ciertas personas en particular, por su sensibilidad y sus intereses.

Para mí es muy importante la armonía en todo. No creo que uno pueda producir en un mal ambiente, en un mal clima. Yo no lo puedo hacer, no me resulta cómodo. Siempre hay una cosa que es importante y es ser claros en las cosas, en los acuerdos y respetarlos. Creo que si uno está en armonía con todos y sí esto, se vuelve una política, las cosas fluyen. Hay empresas donde hay matoneo de arriba hacia abajo y uno ve claramente como se generan todas las relaciones hacia una verticalidad. Hay empresas que tienen relaciones desde la humillación, desde el poder, desde el temor y esta no es mi política, la mía es de diálogos, de acuerdos, de buscar el bienestar porque siento que estas cosas que pasan detrás de la película, se ven delante.

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