Ana Piñeres

“Hacemos películas y series entretenidas que son socialmente comprometidas y que tienen una visión femenina de país. Damos voz a esas historias a las que no se les hace justicia, las que no se cuentan”

Comenzamos CMO Producciones junto a Clara María Ochoa y cuando tomo el papel de gerente de la compañía, decido estudiar finanzas y sacamos el ISO 9001, de esta manera nos convertimos en la primera compañía latinoamericana en tener sello de la calidad. Una vez posicionada la empresa, retomo mi sueño de estudiar filosofía y letras, hice varios máster de escritura de guion, escritura transmedia y posteriormente, uno de literatura. Es en este momento, donde comienzo a complementar el hecho de ser productora con ser creadora, empiezo a pensar las historias desde el mismo guion, a no ser solamente una productora ejecutiva que busca dinero y alianzas, sino que me convierto en una gestora de la idea.

Uno de las desafíos más grandes ha sido financiar las películas, pero una vez nace la Ley 814 en 2003, el cine tiene un impulso gigante, nosotros fuimos unos de los primeros ganadores de este estímulo con “Soñar no cuesta nada”, película que luego fue récord en taquilla, ganó varios premios y estuvo como candidata al Oscar.
CMO es una empresa muy femenina, el 90% del personal somos mujeres. Las historias que nos gustan o las que creamos tienen como protagonistas a mujeres. Siempre nuestras historias tienen que tener algo social, algo que en el fondo de tanto entretenimiento y tanta creación, nos deje algo como sociedad, que nos planteen preguntas. Creo que en este proceso de postconflicto tienen que cantarse muchas canciones, tienen que crearse muchas películas para que podamos sanar y hablar realmente de reconciliación.

Hay una historia muy dura que personalmente me pasó con una de las series, un día se me acerca uno de los conductores de la compañía y me dice: “doña Ana, gracias”, y le digo: “¿por qué?” “porque si ustedes no hubieran hecho una serie como La promesa, sobre la trata de personas, a mi hija se la hubiesen llevado unos tratantes. Viendo la serie todos empezamos a entender lo que estaba pasando en mi familia y de esta manera, logramos evitarlo”. Este tipo de situaciones hace que me sienta orgullosa y motivada por el trabajo que realizamos.
Sueño con seguir viviendo de lo que me gusta hacer. Sueño muchísimo con que haya un cambio cultural, un cambio donde nuestra industria sea realmente una industria generadora de empleo, de abundancia, que respete ante todo la esencia de las tradiciones, de la cultura, sin banalizarla, y esos cambios ya se están dando.

Conozca más del proyecto

Los 'Rostros de la Cultura Colombia' presenta una muestra del trabajo y la pasión de millones de compatriotas que aman, viven y hacen cultura en todas las regiones del país.

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