Por Annie de Acevedo
Cada cerebro es único e irrepetible. Respetar las diferencias de aprendizaje de cada uno va ser más necesario que nunca, ya que no todo el mundo aprende de la misma manera y va a necesitar conocer las fortalezas y debilidades del cerebro en particular de cada persona.
El mejor predictor de la ejecución de un niño es el desempeño en el colegio, y en la vida, es la cantidad de lenguaje que haya escuchado antes de los 6 años. Estas son las conclusiones dadas a conocer del simposio de ‘Learning and The Brain’, recientemente en Nueva York, a través de los expertos que participaron en él.
De esta manera, se concluye que es fundamental que el niño esté expuesto a buen lenguaje durante los primeros 6 años de vida. ¿Cómo? Se ha comprobado que leerle en voz alta es una excelente fuente de lenguaje para el cerebro. En general, a los niños se les debe leer en voz alta hasta que estén en bachillerato. Escuchar una buena narrativa le encanta al cerebro y este graba la información de manera más eficiente por esta razón.
Igualmente, se está viendo que es muy importante enfocarse en las fortalezas y no solo en mejorar las debilidades. Entonces, es primordial que los padres y maestros conozcan bien el cerebro de cada niño; solo así van a lograr optimizar su potencial de aprendizaje y ajustar procesos.
Y las investigaciones siguen confirmando que entre más temprano se intervenga un problema de aprendizaje o neurológico, mejor pronóstico de éxito habrá en cada caso.
Es por esto que si su hijo se empieza a atrasar en cualquier área motora como es sentarse, gatear, caminar o hablar, se debe consultar.
Recuerde que el cerebro tiene gran plasticidad y maleabilidad en los primeros años de vida, de ahí que para los niños sea fácil aprender un segundo idioma en edad temprana. Exponga a su hijo a otro idioma cuando sea pequeño y verá cómo lo adquiere con facilidad. Además, está comprobado que el saber dos o más idiomas desarrolla una mejor habilidad de pensamiento verbal.
También los estudios científicos concluyen una vez más que el cerebro aprende de manera óptima solo cuando el niño se siente seguro y feliz. Por eso es esencial brindarles tranquilidad para aprender. Al ser el cerebro más emocional que racional, cuando el niño se conecta emocionalmente con su profesor(a) y el material didáctico, le va a ir muchísimo mejor que cuando no lo hace.
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2014-05-22