En el teatro El Aleph de la ciudad de Pasto un grupo de 50 niños está impaciente por conocer el desenlace de la historia de Silvestre, títere que representa a un niño que vive con su madre al lado del mar en el Chocó y que posterga su deber de pescar por jugar el día entero.
“¡Es una serpiente!”, grita el grupo de niños asistentes cuando se percatan de que el reptil puede hacerle daño al protagonista de
El Negrito aquel, obra del reconocido grupo La Fanfarria, patrimonio cultural de Medellín. La puesta en escena, ambientada hermosamente con un escenario que recrea el mar con plástico y la playa con telas de colores, transporta a los pequeños al descomplicado mundo de Silvestre, un títere hecho con barro y periódico que toca el tambor con una olla para cantar “
Dolores, Dolores”.
Silvestre es audazmente manipulado a la vista por el dramaturgo Jorge Luis Pérez y por Ernesto Aguilar de La Fanfarria. La obra, que fue creada por Pérez en 1987 y se ha se ha presentado en escenarios internacionales como Dinamarca, Suecia, España, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Venezuela, es uno de los 14 espectáculos de títeres que, junto a once talleres de lectura, escritura, música, malabares, acrobacia y construcción de marionetas, hacen parte del Cuarto Festi-encuentro con la infancia.
El certamen, organizado por la Fundación Cultural Rayuela y apoyado por el Programa de Concertación del Ministerio de Cultura, se llevó a cabo del del 25 al 30 de mayo en siete lugares de la ciudad de Pasto y en los municipios Yacuanquer, La Florida, Ipiales, Berruecos, Buesaco y Obonuco.
De acuerdo con Ángela Sanzón, coordinadora de proyectos de la Fundación Cultural Rayuela, el evento es una iniciativa que surge por “la necesidad de promover espacios y contenidos culturales para compartir en familia, fortalecer los procesos educativos desde las artes y los lenguajes creativos, y para que los niños, desde la gestación hasta la adolescencia, tengan un destino cultural en Pasto, diferente a lugares cuyo propósito es solamente el consumo”.
Ana María Ochoa, integrante del grupo la Fanfarria, que fue homenajeado el primer día del Festi-Encuentro por su trayectoria artística, dijo que “fue muy emocionante descubrir el público de Pasto. Parece otro país. De eso se tratan estos encuentros, de derribar fronteras. Por su Carnaval de Negros y Blancos saben muy bien que las integraciones humanas son independientes del color de piel. Como homenaje nos dieron una escultura hecha de una cuya y sus dos hijos cui, que representa un gran estímulo para nuestro proceso y trayectoria de presentar el arte de los títeres al público general”.
Además de la programación artística y cultural, muy sólida en cuanto a la producción de obras con títeres con invitados de México y Perú, el certamen cuenta con una programación pedagógica a través de encuentros y talleres dirigidos a docentes, gestores culturales y promotores de lectura. Entre los eventos de este tipo que se han realizado cabe destacar el Foro ‘Arte, lectura y pedagogía en la infancia’ en el cual participó el grupo de primera infancia de MinCultura
Luz Estela Fajardo, promotora de lectura barranquillera, invitada por el Banco de la República para dictar el taller ‘Lectura en la gestación’ a docentes y talleristas, explica que “el festival tiene una programación muy amplia y estupenda. En particular en el taller con docentes, hicimos una construcción teórica de la importancia que tiene la palabra para el ser humano. Me sorprendió que en Pasto hay un grupo de estudiantes de primera infancia que tienen un interés genuino por profundizar en el tema”.
Además del taller para docentes, Fajardo dictó otro a once madres con sus respectivos bebés, y un padre de familia en el Hospital Departamental de Pasto. Durante el evento la promotora de lectura resaltó cómo “a los niños pequeños les encanta la sonoridad de las palabras, fundamental para ayudarles a desarrollar su lenguaje. Por eso, es importante leerles contenidos como las rimas, en donde se repitan las palabras”.
Por eso Fajardo invitó a que cada madre leyera textos como “Cae una gotita sobre mi casita /Caen dos gotitas sobre mi casita /Caen tres gotitas sobre mi casita, /Caen cuatro gotas sobre mi casota, /Cae un aguacero sobre el mundo entero”, mientras tenían a sus bebés en sus piernas.
Al finalizar el taller, Mónica Villota, madre canguro, aprendió que “hay que cantarles a los niños con las partes del cuerpo porque ellos ya entienden eso. Leerles los cuentos, para que ellos vayan aprendiendo poco a poco. Me queda del taller la importancia de no dejar de lado las canciones de cuna, como las que enseñan las abuelas, porque son muy importantes para que ellos se estimulen”.
La cuarta versión del Festi-encuentro fue interdisciplinar y descentralizada. Por eso durante todos los días del certamen se dictó el taller ‘Semillas de Reconciliación’ de lectura, música y títeres para niños de cuarto y quinto de primaria en la escuela Barrio Popular, ubicada en una zona de Pasto habitado por personas en situación de riesgo, así como talleres de escritura y acrobacia en el Centro de Rehabilitación del Santo Ángel, donde se encuentran jóvenes que están recluidos por haber sido infractores.
Según la coordinadora de la Fundación Cultural Rayuela, entidad que este año fue ganadora del estímulo de ‘Grupo de larga trayectoria’, con el Festi-Encuentro se busca que en Pasto se abran y mantengan espacios como salas de teatro. “No hay un movimiento de títeres fuerte y queremos fortalecerlo. Que los titiriteros tengan más oportunidades de ver experiencias distintas y que se animen a hacer del arte de los títeres un oficio. En el caso de la literatura estamos procurando encuentros con autores de libros infantiles, para que se piense en la literatura infantil como un oficio y un arte real, y quienes tengan esa iniciativa encuentren con quien retroalimentar, compartir su trabajo y escuchar autores”.
En esta cuarta versión el certamen contó con más aliados como la Sociedad Colombiana de Pediatría, entidad a la que pertenecen personas que usualmente no son partícipes del movimiento cultural de la ciudad. Además, se ha ampliado a seis municipios de Pasto y dos hospitales. “Los espectáculos de títeres completaron aforo con la participación de varias familias. Eso nos llena de satisfacción”, concluye.
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