Uno de los principales propósitos de este tipo de seminarios y talleres de actualización, de acuerdo con la coordinadora de programas de lectura de la Biblioteca Nacional de Colombia, Graciela Prieto, es el de que los bibliotecarios cuenten con suficientes herramientas y elementos conceptuales de carácter práctico para desarrollar en bibliotecas locales programas de lectura dirigidos a la población de niñas y niños entro los 0 y seis años, así como a sus padres y abuelos.

''La idea es que los libros que hacen parte de las dotaciones que habitualmente entrega el Ministerio de Cultura cobren sentido y puedan ser usados de manera masiva, a través  DE sesiones lectura compartida en pequeños grupos, de préstamos  para llevar a casa y otro tipo de iniciativas que a la fecha han dado muy buenos resultados, debido al carácter teórico práctico de los seminarios'', explica Prieto destacado el hecho de que gracias a este tipo de actividades los bibliotecarios tienen la posibilidad de leer con niños e intercambiar experiencias con sus pares durante sesiones de formación que además están acompañadas de instrumentos de acompañamiento y seguimiento.

Novedades en materia de medición que permiten darle mayor celeridad a la réplica de la experiencia, en la medida que los bibliotecarios están en la obligación de desarrollarlo en todas y cada una de las bibliotecas en las que prestan sus servicios una vez concluye el seminario, mediante la convocatoria a todas las familias de la región, y la puesta en práctica de actividades de lectura en las que se acuerda una hora para que padres y abuelos se acerquen a la biblioteca en compañía de sus hijos y nietos para leer en familia.

''Todo niño termina siendo atrapado por las buenas historias e imágenes; y si nosotros desde la Biblioteca somos capaces de mostrarle a un padre el potencial que puede tener un libro para ampliar el repertorio de lenguaje y el goce del niño por la palabra poética mejorar su entorno familiar y social, seguramente que vamos a romper con cualquier tipo de reparo o actitud de indiferencia frente al goce de la lectura'', destaca Prieto, añadiendo que en la actualidad hay disponibles cerca de 400 títulos diferentes de la colección Leer es mi cuento seleccionados por un comité de expertos de Fundalectura, ICBF, ministerios de Cultura y Educación, así como bibliotecarios de todo el país. De tal manera que hay para todos los gustos y para que niñas y niños escojan.

UN LIBRO PARA TODOS

''Cada bibliotecario hace las veces  espejo del adulto, para que a lo largo del taller se pueda apreciar cómo debe leerse un libro a niño, de manera que cada una de estas experiencias sean replicadas en las casas'', destaca la experta a partir de una experiencia que viene desarrollando la Biblioteca Nacional de Colombia desde el año 2011, la cual cuenta hoy con más de 500 bibliotecarios entre las personas que han sido capacitadas en este tipo de seminarios, garantizando que la actividad se realice en al menos igual número de bibliotecas en todo el territorio nacional.

''Los bibliotecarios nos envían unos registros en los que ellos anotan lo más significativo de la actividad con los niños y sus familias, y en los que a manera de pequeñas bitácoras quedan registrados los libros que han leído, aquellos que son sus preferidos y los cambios observados en el entorno familiar gracias a este programa''.

En tal sentido se viene adelantando un trabajo muy fuerte para incentivar el gusto por la poesía, así como por autores colombianos que escriben para un público infantil -como el caso de Ivar Da Coll-; así como de títulos como ''Perro azul'', el cual ha tenido una magnífica recepción entre los menores junto con ''No te metas los dedos en la nariz'', un libro que tiene dos perforaciones y tiene como público principal a los niños más pequeños.

''Un papá de un municipio pequeño muchas veces desconoce que puede leer a su hijo de brazos e incluso desconoce el hecho de que el bebé pueda comenzar a leer y entender a través de él, de tal manera que el bibliotecario realiza esta acción y después es el papá quien replica la acción. ¿Qué han descubierto los padres? Que sus hijos de verdad se interesan por los libros y les llaman la atención no importa cuán pequeños sean'', asevera.

''Todas las bibliotecas están a la espera de que los padres vayan con sus hijos y se lleven prestados esos libros que quieren leer a sus casas'', recalca la experta, para luego precisar que cada libro puede ser prestado hasta por un plazo de ocho días que puede ser prorrogado otros ocho, en la medida que el niño así lo requiera. ''Lo ideal es que sea el niño quien escoja el libro y decida también cuánto tiempo quiera tenerlo en casa'', agrega Prieto.

LEEMOS TODOS, GANAMOS TODOS

Pensados como un programa para incentivar el amor por la lectura entre los más pequeños, la estrategia cumple además el papel de descubrir a los padres como lectores más activos e interesados en dar lectura a unos libros a los que seguramente nunca tuvieron acceso en su infancia debido a que la oferta disponible por aquél entonces en la mayoría de bibliotecas públicas municipales era muy pobre y deficiente.

Hoy en día el programa no sólo logra que las personas adultas se interesen por la lectura, sino que además hacen que este tipo de espacios resurjan convirtiéndose en lugares de referencia en los que las familias y la comunidad pueden congregarse en torno a la lectura aun si no se sabe leer.

''Pese a que veníamos habituados a la idea de que la biblioteca es un lugar al que se va una vez que se está alfabetizado y quiero hacer las tareas, lo que estamos demostrando es que las bibliotecas son un lugar mucho más amplio en el que la lectura compartida termina fortaleciendo los vínculos afectivos entre padres e hijos y su entorno en general'', puntualiza Prieto destacando el que al realizar este tipo de actividades los padres realicen un verdadero acto de amor con sus hijos en la medida que al leerles sostienen a sus bebés abrazados en su regazo.

''Un niño al que leen desde muy pequeño, es una persona que sin lugar a dudas va a tener muchas más ganas de aprender a leer tan pronto deba ingresar a la escuela, puesto que se trata de un niño inquieto y curioso que además comienza a enriquecer su lenguaje cotidiano con el lenguaje literario'', asegura la experta, para quien de acuerdo con la especialista María Emilia López, la experiencia se convierte también en la primera pinacoteca del niño, al tratarse de textos ilustrados por verdaderos artistas.

SEMILLAS DE ESPERANZA

Tan solo en lo corrido de este año se tiene previsto adelantar un total de cinco seminarios en ciudades como Barranquilla, Cali, Armenia, Medellín y Villa de Leyva, en las que se busca que el desplazamiento geográfico de los bibliotecarios sea lo más rápido posible, a la par de que se intercambien experiencias sobre lo que sucede en su entorno cercano.

''En Cali, por ejemplo, tuvieron la oportunidad de apreciar la importancia y  eficacia del trabajo adelantado por la Biblioteca Departamental del Valle; de manera que a lo largo de estos seminarios también se van tejiendo relaciones de experiencia y colegaje entre ellos'', puntualiza Prieto, para quien si bien hubo algunas regiones en que implementar el programa costó algún trabajo adicional, hoy ya se puede hablar de un programa que ha sabido echar raíces, como por ejemplo los departamentos de Atlántico, Norte de Santander, Nariño , Chocó y Valle del Cauca.

De igual forma, no obstante reconocer algunos tropiezos en los territorios que corresponden a la Orinoquía por cuenta de múltiples dificultades en materia de acceso y movilización, departamentos como el Meta reportan avances significativos, y en esa medida se han programado seminarios en Yopal (Casanare) y Florencia (Caquetá), prestando particular atención a que los bibliotecarios de municipios apartados realmente se puedan desplazar hasta estos centros urbanos.

ALGUNA RECOMENDACIONES

Deje que sea el niño quien escoja el libro.
Procure hacer de la lectura una rutina de la vida familiar.
Cante con sus hijos, cuénteles historias y llévelos con frecuencia a la biblioteca.
Leer junto a un niño es un profundo gesto de amor.

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Juan Carlos Millán Guzmán,
Periodista
Cel. 311 878 67 43