“Mi mamá en nosotros sembró el canto y los tambores… esta noticia nos da más fortaleza para nunca desfallecer; queremos que la gente conozca nuestras tradiciones”, Tomás Teheran, su hijo, le cuenta a MinCultura.
Colombia siente la pérdida de una de las vivas representantes de la música folclórica propia del África quien mantuvo y difundió con vehemencia los cantos tradicionales y la manifestación del lumbalú, ritual que invita a las cantoras a acompañar al difunto durante nueve días mezclando la alegría y el dolor en medio de bailes, cantos rezos y tambores.
La maestra Salgado es reconocida como una de las artistas que dio a conocer al mundo la riqueza cultural que ha convertido a San Basilio de Palenque en patrimonio oral de la humanidad declarado por la UNESCO en 2005. Su música incluye el toque de tambores, el lumbalú, de origen africano y transmitido oralmente de generación en generación.
“Se nos va la cabeza, la mujer que luchó por esto; la que no le tuvo miedo a nada”, dice Tomás. Sus dos hermanas y él continuarán trabajando como cantores y ahora líderes de un grupo que busca mostrarse al mundo, que no desea el olvido de ese rinconcito de Colombia.
“Pueden estar completamente seguros de que habrá alegre ambulancia para rato”, dice su hijo.
La Dirección de Poblaciones la recuerda con el premio otorgado a ella el año pasado debido a su gran aporte al fortalecimiento de la cultura afrocolombiana. Moisés Medrano, director del área, comenta : “se entristece Palenque, así como nuestro corazón; aquí en la cumbre de mandatarios afro, se homenajeó a la Maestra Salgado, como referente cultural y emblemática de nuestra herencia africana".
El Ministerio también la homenajeó en el 2011 Año de la afrodescendiencia, junto con Petrona Martinez, la Negra Grande de Colombia Leonor González Mina y Totó la Momposina, en el concierto del año de la afrodescendencia del 20 de julio.
Su legado perdura hoy en la herencia cultural, discográfica y musical que deja en cabeza de la nueva generación de las alegres ambulacias, en cabeza hoy de la "burgos" y su hijo Tomás.
“Siento que en este momento tenemos más responsabilidad. No podemos dejar a la gente sola, a Palenque solo, sin música folclórica, sin tambores, sin los Batata”, finaliza Tomás.
Ahora el lumbalú será para Graciela y los sabios y abuelos decidirán cómo será esa memorable ceremonia para decirle adiós. Los tambores no paparán. El legado del África está vivo.
FOTOGALERÍA - Graciela Salgado en vivo 2013 VIDEO - Batata y Alegres ambulacias 1999