Ex coordinadora del Grupo de Literatura y Libro del Ministerio de Cultura, donde desempeñó una destacada gestión en materia de difusión y promoción de la lectura en los rincones más apartados del país, la filósofa y destacada gestora y librera le imprimirá un nuevo impulso a la importante labor que se viene desarrollando, con la intención de completar las ambiciosas expectativas trazadas por el actual gobierno y la ministra, al frente de la cartera, Mariana Garcés Córdoba.
 
¿Cuáles serán los principales retos al frente de la Biblioteca Nacional?
 
Vamos a seguir adelante con todos los procesos que se han llevado a cabo, puesto que desde mi percepción se ha hecho una tarea verdaderamente importante y a la que realmente vale la pena seguir dando continuidad a partir de las directrices del Ministerio de Cultura, las cuales han sido elaboradas con rigurosos estándares de calidad.
 
La Biblioteca ha entrado en un proceso de inventario con de fin de establecer qué hay exactamente en los fondos, con el fin de depurarlos y ubicarlos para adelantar el correspondiente proceso de digitalización, puesto que la actualización tecnológica resulta esencial para la continuidad de los procesos de toda biblioteca que garanticen su permanencia en el tiempo, gracias a sus correspondientes soportes digitales.  
 
¿El libro físico pasará a un segundo plano?
 
El papel seguirá teniendo relevancia y vamos a mantener todos los documentos impresos como muestra de los todos los procesos históricos que se han desarrollado desde la Biblioteca que tiene una tradición histórica tan importante para la vida cultural y académica del país.
 
El ciudadano que pueda tener acceso a un libro digital no tiene necesariamente que ir a la biblioteca, y a pesar de que los índices de lectura en su forma tradicional parecen estancados, la verdad es que ha aumentado gracias a las nuevas tecnologías, de manera que debemos considerar la posibilidad de cambiar a manera de adelantar las mediciones.
 
¿Cuál sería entonces la importancia de la Biblioteca Nacional y las demás bibliotecas como espacio físico?
 
Este es un espacio de conservación esencial sin el cual los libros como objeto no tendrían dónde reposar, de manera que no obstante a los procesos de digitalización, la gente tiene que tener acceso a esa información y formatos de manera que aunque la sede no sea visitada de manera física pueda accederse a ella a través de otros medios.  
 
¿Tienen prevista alguna fecha para concluir con esa labor de inventario y digitalización del material bibliográfico?
 
Las labores de digitalización son un proceso constante y dispendioso que ya está en marcha, de manera que el paso siguiente es su implementación en lo que tiene que ver con el inventario, el cual se adelantará a partir del mes de septiembre y concluirá en mayo del año entrante.
 
Habrá algunos cambios en el funcionamiento de la Biblioteca pero en lo posible procuraremos que esta labor no genere mayores contratiempos a las funciones que vienen desarrollando los investigadores y las personas que habitualmente frecuentan a Biblioteca.
 
¿Alguna novedad en el funcionamiento de la Red Nacional de Bibliotecas?
 
Esa es una política bien interesante que se viene trabajando en este Gobierno, y gracias a la cual se ha planteado la construcción de más de 100 bibliotecas, de las cuales ya se han entregado más de la mitad y entre las que se espera que una vez finalice la gestión de la ministra Mariana Garcés cada una de las cabeceras municipales cuenten con una biblioteca.
 
En la actualidad hay 1.406 bibliotecas y esperamos que hacia finales del actual periodo de gobierno todas ellas estén dotas con una colección básica, que es permita funcionar plenamente para que las comunidades logren apropiarse de ellas de manera que sean un espacio de encuentro en el que confluyan las diferentes expresiones culturales de pueblos y ciudades.
 
Estrategia que es consecuencia del considerable presupuesto que se ha destinado al sector y que hoy nos permite contar con unas bibliotecas dotadas de computadores, salas de lectura con acceso a población de niños y adultos mayores, así como una actualización muy juiciosa de las colecciones.


Juan Carlos Millán Guzmán,
Periodista