Las obras fueron hurtadas el 23 de noviembre de 2012, en el Templo del Pueblo Indígena Ancestral Polindara, ubicado en el municipio de Totoró departamento del Cauca. Estas obras de arte religioso hacen parte del patrimonio cultural colombiano que datan del siglo XVIII.

Las obras recuperadas son de valor incalculable por ser consideradas como bienes de interés cultural del ámbito nacional; no obstante, en el mercado negro pueden alcanzar un valor aproximado a los 1.500 millones de pesos; el cual se puede triplicar si son comercializadas en países europeos; a pesar de esto, estaban siendo comercializadas  por un valor de 250 millones de pesos, para ser transportadas a la ciudad de Pasto – Nariño y posteriormente ser sacadas del país con destino a Ecuador, país utilizado como tránsito hacia países europeos.

Como una medida de control al tráfico de patrimonio cultural, las obras de arte hurtadas en Colombia son insertadas en la base de datos de la Organización Internacional de Policía Criminal INTERPOL y del Ministerio de Cultura, con el propósito de evitar que sean sacadas del país, para lo cual es indispensable que cada uno de los objetos que hacen parte de nuestro patrimonio cultural se encuentren registrados en un inventario que permita su posterior identificación.

Esta recuperación forma parte de las acciones que se adelantan en el marco del Programa Nacional contra el Tráfico Ilícito, que lidera  el Ministerio de Cultura en cabeza de la Dirección de Patrimonio, en cumplimiento de la Convención UNESCO de 1970.

Las actividades del Programa Nacional se soportan, entre otras, en los acuerdos y convenios de cooperación  que Colombia ha establecido con países de la región y especialmente en el Convenio Interadministrativo de Cooperación No. 1881-01-05, para el cumplimento de funciones administrativas, para contrarrestar el tráfico ilícito  de bienes culturales, el cual fue prorrogado el  año anterior y del cual forma parte la Policía Nacional de Colombia y la Fiscalía General de la Nación.

La comunidad de Polindara denunció el pasado 24 de noviembre el hurto de cuatro cuadros del siglo XVII: Santo Domingo, San Antonio y el niño, La Sagrada Familia y San Francisco de Asís), cuadros que fueron sustraídos de la Iglesia sin el marco pero se llevaron los remates elaborados en madera tallada, policromada y dorada. Además en ese mismo incidente los ladrones se llevan el copón y un candelabro.