Este componente parte de que el patrimonio cultural mueble es
fundamental para la construcción de significados acerca del mundo y de la vida,
ya que los seres humanos hemos configurado nuestras relaciones por medio de los
objetos. En esa medida, esta práctica contempla la actualización de
significados de los bienes culturales muebles de interés colectivo y su uso para
garantizar su protección como activo del campo patrimonial y cultural. Por otra
parte, posibilita que los sectores y agentes del patrimonio cultural mueble
estén activos y que su trabajo sea reconocido, valorado y mantenido socialmente.