Rafael Palacios

“El cuerpo tiene saberes, palabras y narraciones impronunciables en el lenguaje, él sabe cómo abordar la vida de una manera muy inteligente”

Bailo desde que tenía cinco años, porque mi papá tenía un grupo de danza en la escuela de Copacabana, Antioquia, y él me invitó a descubrir que era una manera de jugar y de poder relacionarme con otras personas, de ahí en adelante, seguí bailando toda la vida, nunca paré de bailar.

Desde muy joven estudié danza tradicional en diferentes grupos y ciudades de Colombia. Luego viaje a Francia a buscar a Germaine Acogny directora de la escuela Mudra y con ella a la técnica de danza afro contemporánea. Luego Germaine me aconsejó que me fuera para París en donde estabaIrene Tassembedo, que me formó en esta técnica y con su compañía pude viajar a 18 países de África, donde realicé talleres y funciones.

Después de que regresé a Colombia en 1996, me interesé en hacer coreografía porque tenía como objetivo mostrar esta técnica de danza africana contemporánea, y lograr un vínculo entre lo tradicional afrocolombiano y lo tradicional y contemporáneo africano. Era un lenguaje que hasta el momento no existía en Colombia, entonces es un ejercicio que vengo planteándome desde hace 21 años con la corporación Sankofa.

Para mí y para los jóvenes que hacen parte de Sankofa, es muy importante nuestro proyecto porque logramos vincular saberes ancestrales. Nuestro pueblo pudo sobrevivir a la esclavitud gracias a los conocimientos que traían de África, no eran personas vacías, eran personas con unos conocimientos potentes que nos dieron herramientas para poder sobrevivir hasta hoy. Para mí hablar de la experiencia Sankofa, es hablar de un camino en donde logramos que la diáspora africana sea reconocida en sus saberes y manifestaciones y sobre todo, en la manera de construir sentido de vida, sobre todo para debatir esos imaginarios del erotismo y exotismo que hay sobre el cuerpo racializado.

Me interesan los actos políticos, es decir, lo que nos ha permitido ser lo que somos y fortalecer nuestra dignidad, esa dramaturgia casi siempre está buscando develar y debatir el conocimiento establecido para que emerjan otras maneras que han sido silenciadas o que no han tenido la oportunidad de dejarse escuchar.

Nosotros hemos ganado la Beca para Creación San Pacho Bendito que fue en el año 2005, y que luego se convirtió en un Premio Nacional de Danza en el año 2008, fue un logro muy importante para mí, porque la primera vez que fui a Quibdó tenía cinco años, y llegue a las Fiestas de San Pacho, entonces es un recuerdo que me reconoce como un ser humano afrodescendiente.

El Plan Nacional de Danza es 100% positivo, significa que hay una voz que ha sido escuchada, creo que se ha ganado muchísimo porque tenemos recursos económicos para apoyar las diversas maneras que tiene el país de bailar, y sobre todo, de entender que somos un país que baila y así, encontramos una manera de comunicarnos entre diferentes comunidades.

La danza tiene una voz muy poderosa y potente que puede transformar las sociedades. El sentido de Sankofa es la danza que se compromete con la transformación social que necesita una región o un territorio. Sueño con muchos grupos de bailarines y coreógrafos que transformemos y aportemos a la construcción de un mejor país, sueño con espacios en el Pacífico colombiano, para que la danza y la música se desarrollen de la manera más digna y oportuna, sobre todo con una voz de autorreferencia.

Conozca más del proyecto

Los 'Rostros de la Cultura Colombia' presenta una muestra del trabajo y la pasión de millones de compatriotas que aman, viven y hacen cultura en todas las regiones del país.

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