José Henry Caicedo

“El circo es una opción de vida profesional que puede darte todo lo que deseas. Es un mundo mágico que te permite viajar”

Yo vengo desde el departamento del Nariño, nací en una vereda de Tumaco. Como a los 11 años me entró algo en la cabeza, como una voz que me decía: “váyase”, y me fui de la casa. Estuve como dos meses por las calles del centro de la ciudad de Cali. Una vez pasó un carro de la Casa de Protección repartiendo dulces a los niños, y alguien me dijo: “súbete ahí”, y así fue como llegué a esa casa; como allí nos tenían hasta que cumpliéramos 18 años, nos ofrecían talleres de carpintería, ebanistería, cerámica, música y panadería, pero al mismo tiempo conocí el circo, y ésta actividad me llenaba mucho más. El circo era un mundo mágico, una práctica donde había sonrisas con los compañeros, donde uno podía hacer un salto mortal, tirar una bola al aire y descubrir todo un universo. El circo hizo que yo me apropiara realmente de mi futuro, de lo que yo quería, y ahí comenzó todo.

En 1997 entré a Circo Para Todos, hice los talleres institucionales y luego me preguntaron que si quería entrar a hacer la formación, y pues obviamente dije que sí. Para mí fue muy importante ese proceso que duró cuatro años porque aprendí muchas cosas interesantes que me sirvieron en mi vida. Aprendí a compartir y a cuidar al otro. Durante esa trayectoria me destaqué como un buen estudiante, tuve la oportunidad de viajar a escuelas de otros países como la de Buenos Aires, y posteriormente a Europa. El circo es un mundo mágico que te permite viajar, ganar dinero y conocer otras culturas, es una transformación de vida, además, permite conocer el mundo, aprender de otras culturas y otros idiomas.

Para mi fue muy importante aplicar a los estímulos de MinCultura porque es un reconocimiento a los artistas de circo y al arte. Esta oportunidad me permitió mejorar mi técnica.

Siempre es agradable presentarse y ver que lo que uno hace le gusta al público, entonces uno dice, bueno estoy haciendo bien las cosas, estoy transmitiendo una emoción que al público realmente le llama la atención. Es muy satisfactorio porque cuando uno siente los aplausos y esos gritos al final, entiendes que haces parte de un número que es poético y que sumado a las luces y a la música genera una sensación única.

El cuerpo humano es impresionante y hay que educarlo. Hay toda una transformación cuando se realizan movimientos sorprendentes como girar a grandes niveles, hacer tres o cuatro giros en el aire o hacer un salto mortal. La mente hace esa relación y se la transmite al cuerpo, cuando hay una educación corporal uno dice; “el ser humano es potencia”.

Soy una persona que cada cinco años me propongo lo que quiero lograr, cuando tenía 20 años dije: “de aquí a los 25 quiero ir a una escuela superior de circo, en Europa”, y tuve la oportunidad de ir a Francia, y ahí mismo me proyecté, “quiero participar en el Festival de Circo en París”, y se me presentó esa oportunidad. Ahora me gustaría participar en The Monte-Carlo International Circus Festival, que es el top donde van los mejores de los mejores, quiero participar y ganar en ese festival.

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Los 'Rostros de la Cultura Colombia' presenta una muestra del trabajo y la pasión de millones de compatriotas que aman, viven y hacen cultura en todas las regiones del país.

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