Ana Belén Babativa

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“Los animales no se tratan con rejo, sino con paciencia y mucha música”

El canto de vaquería para mi es una alegría.  Aprendí desde niña a cantarle a los animales, oyendo cantar a mi abuela en la finca. Veía que ella se iba a ordeñar, y les cantaba, los palmoteaba y los consentía.

Patrimonio es la parte cultural que tenemos de nuestros ancestros, es la herencia de nuestros abuelos y que nosotros queremos que se siga reviviendo. Con estos cantos, uno ayuda a la domesticación de los animales, si son muy bravos y nerviosos.

Los que declararon como patrimonio a los Cantos de Vaquería se dieron cuenta que eran muy importantes para la humanidad, para los que se están levantando hoy en día, para que aprendan que los animales no se tratan a rejo o a palo con modales grotescos, sino con mucha paciencia y con mucha calma.

A los animales se les habla pero con música. Para mí los animales son casi como un ser humano. Ellos entienden si uno les habla y los consiente, y ellos lo consienten también a uno.

Tuve 8 hijos y tengo 6 vivos. Tengo 61, estoy pisando los 62 años y mientras Dios me tenga viva les seguiré cantando a los animales.

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Los 'Rostros de la Cultura Colombia' presenta una muestra del trabajo y la pasión de millones de compatriotas que aman, viven y hacen cultura en todas las regiones del país.

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