Texto de Alfredo Vanín, escritor afrocolombiano
Casas viajeras
El esquimal de Alaska cazaba focas
y tenía un iglú
el iglú era de hielo
en las noches de Alaska.
El pescador de Providencia
vivía en una casa que parecía el paraíso
de lo azul que era su casa en Providencia.
La mujer de Tahití tenía un espejo
y se iba cantar al Mauna Loa
su rostro era el más hermoso
de Tahití.
El cazador del Congo vivía
rodeado de selva y en su casa
el sol vivía adentro
y era feliz el cazador
en su casa de la selva del Congo.
El jinete de Arabia vivía en el desierto
de día cabalgaba sobre el lomo de su fuerte camello
y en la noche descansaba en su tienda
el jinete de Arabia.
El sacerdote de la India decía que no era feliz
si no se bañaba en el río Ganges
pero su casa estaba lejos del río
por eso caminaba tanto el sacerdote de la India.
El capitán del buque de Hong Kong
solía navegar el mar de China
en un barco de maderas rotas
por el agua de mar
el barco parecía un dragón rojo
y nunca salía de su barco
el capitán del buque de Hong Kong.
La dama del río Nilo encontró una pirámide secreta
y desde entonces vive en la pirámide
y las estrellas cada noche
visitan a la dama del Nilo.
Pero el tiempo cambió con un diluvio
y todas las casas se trocaron:
la dama del Nilo se fue a Alaska
y el esquimal está en el Nilo
el capitán de Hong Kong llegó a Providencia
y el pescador de Old Providence
se fue al mar de la China
el sacerdote de la India está en Tahití
y la mujer del Mauna Loa está en la India
el árabe de Arabia está en el Congo
y el cazador del Congo está en Arabia.
Alfredo Vanín
Del libro inédito Niños de travesía