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2016-07-21

El cantor del sentir popular nariñense

 
Foto cortesía:culturapasto.gov.co/
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 <div class="ExternalClassE81CB7B36AA94F109EA546FEAD2452E7">Colombia conmemora este año la vida y obra del músico y compositor Luis Antonio ‘Chato’ Guerrero Hidalgo, al  conmemorarse el centenario de su natalicio. Es recordado por obras como ‘Agualongo’ y ‘El Cachirí’.</div>

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“A mi Valle de Atriz le canto, / en las notas de mis canciones / y hay en ellas cariño tanto / que renacen mis ilusiones”, así reza la primer estrofa de ‘Agualongo’,  declarado por Sayco como una de las 30 mejores piezas musicales del milenio. Se trata de una de las creaciones de Luis Antonio ‘Chato’ Guerrero Hidalgo, el compositor nariñense a quien este año el Ministerio de Cultura recuerda al conmemorarse el centenario de su natalicio, el próximo 30 de julio.

La huella de este gran exponente de los aires andinos colombianos, en especial del bambuco sureño, sigue presente en el imaginario popular nariñense. Basta con decir que composiciones suyas como ‘Agualongo’ y ‘El Cachirí’ (ésta con letra de José Félix, ‘El Vate’ Castro), son parte de la banda sonora del Carnaval de Negros y Blancos, declarado Patrimonio Inmaterial de la humanidad.

Luis Antonio ‘Chato’ Guerrero Hidalgo, fue un músico de gran arraigo popular, fundador del cuarteto de cuerdas ‘Satán’ e hizo parte del Trío Clavel Rojos. Antes de ser músico se destacó como futbolista. En la década 1930 integró el primer equipo Deportivo Pasto, llegando a participar por su ciudad en competencias en Ecuador y el interior del país. Finalmente, se retiró debido a una lesión en una rodilla. Fue entonces cuando se dedicó de lleno a la música.

Alegre, buen conversador, exponente del humor pastuso y poseedor de carisma y gran sencillez, el ‘Chato’, Guerrero fue de esos artistas que gozó como pocos del cariño y agradecimiento de sus coterráneos. Incluso, se hizo en su honor una carroza durante el patrimonial Carnaval de los pastusos durante un desfile del 6 de enero, hace algunos años. Además, recibió en vida múltiples reconocimientos.  Se caracterizó por ser un artista que tuvo una mirada curiosa y humorística de su entorno, la cual estampó en sus letras y melodías.

Entre sus composiciones más reconocidas están: ‘Por qué eres así’, ‘El único que la goza’, ‘Mi viejo Galeras’, ‘Jodidos y más contentos’, ‘Mi campesinita’, ‘Qué guayabo’, ‘Desesperación’,  ‘Vuelve a mí’, ‘Ilusiones Perdidas’, ‘Soy pastuso’, ‘Nunca te olvidaré’, ‘El Galerazo’ y ‘Noches del Galeras’.


El compositor del pueblo

Nació en un sencillo hogar conformado por Tobías Guerrero y Rogelia Hidalgo. De su padre heredó el gusto por la música, arte del que fue autodidacta, para llegar a convertirse además en un sólido guitarrista. El apelativo de ‘Chato’, lo recibió cuando estudiaba último año de bachiller en el Colegio San Felipe, de la comunidad Marista, en la capital nariñense. Con frecuencia el maestro recordó que debido a que él tenía su nariz achatada, sus compañeros solían ponerle sobrenombres como “nariz de enjalma”, pero en una oportunidad el rector del Colegio, le dijo a sus condiscípulos que a las personas como él les decían ‘Chato’, nombre que le acompañó por el resto de su vida. 

De esos años el maestro recuerda también que cuando ingresó al colegio religioso fue la primera vez que utilizó zapatos, razón por la cual durante mucho tiempo sufrió por que se le hinchaban los pies. Sin embargo, el resto de sus años siempre solía lucir impecable, luciendo pantalón, saco,  corbata, zapatos de cuero y coronado del infaltable sombrero. 

En opinión del músico José Luis Pascumal, licenciado en música de la Universidad de Nariño, miembro de la Banda Sinfónica Departamental de Nariño,   a través de sus composiciones el maestro Luis Antonio ‘Chato’ Guerrero Hidalgo, aportó al enriquecimiento del repertorio de la música andina nariñense, en especial del bambuco sureño,  ritmo emblemático de esta región que integró la mayor parte de su obra, porque también compuso valses y pasillos, además de boleros. 

“El maestro ‘Chato’ Guerrero, tenía muy claro la particularidad del bambuco sureño, él decía que el bambuco de esta región tenía un rasgado especial para interpretarlo. Hace varios años cuando lo entrevisté junto a un compañero de universidad, él nos decía que es un género que está muy apegado a la tradición campesina, que es allí donde se arraiga el origen del bambuco sureño”, asegura el licenciado.

Del estilo musical, temáticas y propuesta estética del maestro ‘Chato’ Guerrero, cabe destacar la autenticidad con la que supo interpretar el sentir popular. El investigador José Menandro Bastidas, en el libro ‘Compositores Nariñenses de la Zona Andina’, hace una recopilación de la producción musical del ‘Chato’ Guerrero en la cual describe la música del compositor pastuso como poseedora de un “espíritu ingenuo y a la vez divertido”. 

Al respecto José Luis Pascumal considera que es una apreciación que resume muy bien la obra, del compositor nariñense, caracterizada por su sencillez.  “La mayoría de sus melodías no son ricas en armonías, y están compuestas por tres o cuatro acordes. Su estructura generalmente se compone de una estrofa que se repite, no tiene una parte A y una parte B y más bien están integradas en una sola sección”, explica. 

En cuanto a las letras, tal vez su característica más propia, éstas reflejan la idiosincrasia de la cultura nariñense y pastusa, en particular. “La ciudad de Pasto en la que él creció era aún un pequeño poblado de ambiente rural, en donde todo el mundo se conocía. Sus canciones aludían a personajes o hechos que eran de común conocimiento y tal vez eso llevaba a que la comunidad se sintiera tan identificada con lo que narra en sus letras. Con frecuencia el compositor hacía referencia al padre Alejandro Ortiz López,  como una persona que influyó en su formación literaria, específicamente, en la escritura en verso, durante sus años de estudio en el bachillerato del colegio San Felipe”, señala Pascumal.

El licenciado nariñense también señaló que las creaciones del maestro Guerrero contribuyeron a fortalecer la identidad musical de su región. “Sus composiciones reflejan el sentir popular, la gente se identifica con sus canciones y han dejado una marca indeleble, al punto que continúan haciendo parte del acervo cultural. En el Carnaval de Negros y Blancos de Pasto nunca faltan en las murgas y comparsas, obras como ‘Agualongo’ y ‘El Cachirí’, dos de sus creaciones más recordadas.

Otras de sus composiciones destacadas es el pasillo ‘Soy pastuso’, cuya letra habla del orgullo de quienes han nacido en Pasto. “Este pasillo tiene una particularidad y es que si se compara con la estructura de los pasillos tradicionales del norte del país, generalmente estos inician en un modo menor y luego tienen una sección de contraste en modo mayor, pero esta composición es a la inversa. Cuando se le indagaba al maestro sobre este hecho, él pedía que no le preguntaran sobre esos aspectos profundos, pues el sólo era un ‘músico de oreja’. Algunos piensas que como es un músico pastuso, decidió intencionalmente hacerlo al revés, pero el resultado fue muy bonito”, añade Pascumal.

El bolero ‘Desesperación’, lo compuso a raíz de la muerte de su señora madre. Sin embargo, cuando lo fue a grabar la Ronda Lírica, con la voz de Bolívar Mesa, el compositor señaló que cambiaron la letra para que quedara más romántica. Mientras la original decía “Tú, que me diste la vida”, la versión grabada dice “Tú me quitaste la vida”, convirtiéndola así en una canción romántica de desamor.

Y es tanto el arraigo que tiene la música del Chato que muchas orquestas de baile de la región y el país siguen conservando en su repertorio algunas de sus composiciones  con arreglos adaptados para este formato.  En el libro del académico José Menandro Bastidas España, se menciona que sus boleros fueron grabados por los tríos Martino y Los Caminantes; que el bambuco ‘Agualongo’ ha sido versionado por La gran Banda Caleña y La orquesta de Don Medardo y sus Players.

Pero además,  académicos de la música han incluido en sus  arreglos, algunas de las obras más conocidas del ‘Chato’. “Tal es el caso del Maestro Javier Fajardo Chávez, ya fallecido,  compositor académico y docente del programa de música de la Universidad de Nariño, amigo y  admirador de la obra del ‘Chato’,  quien entre su copiosas producción de arreglos y composiciones dejó dos arreglos para coro mixto de ‘El Cachirí’ y ‘Agualongo’. Por otro lado, y más reciente, está la producción de arreglos musicales del reconocido maestro José Revelo Burbano, quien también ha incluido algunas páginas musicales de la obra Chato Guerrero, específicamente, en su libros de arreglos para banda y otros formatos, publicados recientemente por la Universidad de Nariño”, agregó Pascumal.

Músico autodidacta

A pesar de no haber recibido una formación académica, Luis Antonio ‘Chato’ Guerrero, fue además un guitarrista solvente. Sus conocimientos los heredó de su padre, quien tocaba guitarra y bandola. Posteriormente integró una agrupación con los hermanos Rodríguez.

En una entrevista que el maestro Pascumal, le hizo, junto a un compañero de universidad, al 'Chato', éste reveló que José Rodríguez, uno de los integrantes del trío, fue quien le enseñó  los principios básicos del manejo de los acordes de la guitarra. Pero de todos modos el maestro Guerrero desarrolló su propio estilo muy apegado a la tradición musical campesina, alcanzando una ejecución estilizada. “Recuerdo que durante muchos años tuvo una guitarra de la afamada casa española Tatay, que tenía un volumen amplificado y gran sonoridad y la gente se fascinaba al oírlo interpretar sus melodías, incluso cuando ya rayaba en los 90 años lograba mostrar su talento”. 


Protagonista de su época

En 1947  se fundó en esta ciudad la Ronda Lírica, icónica agrupación que interpretaba música andina con instrumentos como violín, contrabajo, flauta, tiple, guitarra y percusión, que desarrolló una propuesta muy apegada al estilo de la música del maestro ‘Chato’ Guerrero. La Ronda Lírica estaba integrada por instrumentos de cuerda, violín y flauta. El compositor era, de cierta manera, la principal fuente que surtía el repertorio de  la agrupación. Las versiones grabadas por la Ronda Lírica e  interpretadas por el vocalista Bolívar Mesa, son legendarias. La agrupación realizó versiones de ‘Agualongo’, ‘El Cachirí’; de bambucos, como ‘Pastusita’ o del bolero ‘Desesperación’, grabaciones que marcaron una época.

El compositor pastuso siempre fue una persona afable, de un extraordinario humor y conservó su lucidez hasta sus últimos años de vida. “Él solía decir que lo invitaban a las reuniones sociales, más que por buen músico, por buen conversador, la gente se divertía mucho con sus apuntes. El maestro Jesús Gomajoa (Tubista), muy cercano al 'Chato', narró en alguna ocación que se lo encontró, a las diez de la mañana, subiendo desde su casa por una calle muy empinada hasta el restaurante que quedaba a cinco cuadras. Cuando le preguntó para dónde iba, él le respondió que a almorzar. Gomajoa le dijo que era muy temprano, entonces le explicó con su acostumbrado humor: 'De aquí a que llegue ya son las doce'”, recuerda José Luis Pascumal.​

Tal vez por sus años como deportista el maestro tuvo buena salud. Nunca se casó y vivió la mayor parte de su vida solo. Los últimos años  estuvo alojado en una casa de inquilinato ubicado en un sector del barrio Obrero, de la capital de Nariño. “Era un lugar que no tenía unas condiciones adecuadas para una persona ya mayor, porque era muy húmedo, lo cual afectó su salud. Había un sobrino que era el que más estaba pendiente de sus cosas”, dice Pascumal.  

El maestro Luis Antonio ‘Chato’ Guerrero Hidalgo, falleció en Pasto, su ciudad natal, el 13 de octubre de 2011, a la edad de 95, dejando para lo posteridad una rica obra vital para la historia del folclor sureño y del país. Motivo más que suficiente para que desde el Ministerio de Cultura se  celebrar su vida y obra al conmemorarse el centenario de su natalicio.

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Texto:
Ricardo Moncada Esquivel
Jefe de Redacción
Grupo de Prensa MinCultura.

Más información:
Camilo García Poveda
Grupo de Divulgación y Prensa
Ministerio de Cultura (Ministry of Culture)
Teléfono (57 1) 3424100 ext. 1295
Dirección (Address) Calle 8 # 8-43  
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