El próximo jueves 30 de abril a las 4:00pm se socializará el impacto del programa ‘Leer es mi cuento’ en su componente de colecciones de libros para primera infancia entregadas a bibliotecas públicas del país y unidades de servicio del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la cual ha llegado a 1.332 bibliotecas a nivel nacional, con 100 títulos y 500.000 ejemplares, escogidos especialmente para la primera infancia y categorizados por edades así: 0 a 2 años, de 2 a 4 años y de 4 a 6 años.
El especial énfasis en llevar la lectura a los más pequeños tiene que ver con los planteamientos de la Estrategia de Atención Integral a la Primera Infancia ‘De Cero a Siempre’, en la que la literatura, junto con el juego, el arte y la exploración del medio, constituye una de las actividades que garantiza su desarrollo emocional y cognitivo. En los fundamentos técnicos, políticos y de gestión de esta estrategia se plantea que "las niñas y los niños son especialmente sensibles a las sonoridades de las palabras y a sus múltiples sentidos. Necesitan jugar con ellas, ser nutridos, envueltos, arrullados y descifrados con palabras y símbolos portadores de emoción y afecto". (Estrategia de atención integral a la primera infancia. Fundamentos políticos, técnicos y de gestión 2013).
La evaluación de esta iniciativa, a la luz de los planteamientos del Nobel de economía James Heckman sobre los altos rendimientos de la inversión en primera infancia, se planteó el reto de establecer los impactos que pueden llegar a desatarse por la puesta en marcha del programa ‘Leer es mi cuento’ en el ámbito de la vida individual y social de las personas, valorar cómo las iniciativas culturales propician transformaciones que contribuyen a superar los problemas más estructurales del desarrollo nacional, trazar los nexos que existen entre la inversión en bibliotecas y en formación de bibliotecarios y el mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones.
Camilo Cáceres, profesional de grupo de Primera Infancia, comenta a propósito del estudio: "Un importante porcentaje del presupuesto del Programa de Primera Infancia se ha destinado a la publicación y producción de libros especializados para este rango de edad, por eso a través de este análisis queremos demostrar que esta inversión retornará a largo plazo y se verá reflejada en el índice de lectura en Colombia, el cual está en 1,9 libros por persona y queremos llevar a 3,8 en este cuatrienio".
Algunas de las conclusiones cualitativas presentes en este estudio indican que garantizar el acceso a la lectura a los menores de 6 años modifica también patrones de lectura en los adultos dado que aumentan su posesión de material bibliográfico, dedican más tiempo a leer, prestan más libros en las bibliotecas y reprenden de una manera menos violenta a sus hijos.
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