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2015-05-11
 

La voz de indígenas colombianos en Bienal de Venecia, Italia

 
 
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<div class="ExternalClass1AD46F76C65043A0989364980021F762">Gracias al apoyo de MinCultura, ICBF y Fundalectura, entre el 9 de mayo y el 22 de noviembre, Colombia estará representada en la Bienal de Venecia, Italia con una selección de audios de lenguas indígenas en riesgo de desaparecer.</div>

En el marco del Plan de Promoción de Colombia en el Exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores y gracias al apoyo del Ministerio de Cultura, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y Fundalectura, se seleccionó un compendio de audios de lenguas indígenas en riesgo de desaparecer, las cuales hacen parte de la audioteca De agua, viento y verdor, que consta de paisajes sonoros, cantos y relatos indígenas para niños y niñas, que recoge las voces de nueve comunidades indígenas del país: Camsá, Coreguaje, Embera Chamí, Sáliba, Kokama, Yagua, Awá, Etenaca y Wiwa en el que se muestra la riqueza de nuestros ancestros indígenas, sus lenguas, relatos y costumbres, además de permitir que sus lenguas en riesgo de extinción sean escuchadas, valoradas y revitalizadas.
 
Fragmentos sonoros provenientes de 15 países de América Latina, entre los que se encuentra una selección de la audioteca De Agua Viento y Verdor, harán parte del pabellón del Instituto Italo-Latinoamericano (IILA), “Voces indígenas, Cuando la Voz es el Alma de un Pueblo”, a cargo del curador Alfons Hug, para quien las voces indígenas de América no son lenguas muertas, sino un tesoro genético-cultural vivo por redescubrir.
 
“Estamos muy contentos, sobre todo por todas las comunidades indígenas que nos permitieron compartir su música y sus sonidos. Todo un universo sonoro que ahora está al alcance de los niños de Colombia”, explica León David Cobo, quien tuvo a su cargo la grabación, edición, producción musical y curaduría de la audioteca -por cuyo trabajo resultó seleccionado junto a María Cristina Rincón y Claudia Rodríguez-, para quien el resultado final es producto de un gran trabajo en equipo.
 
“El talento humano del equipo que se encargó de producir y post producir la audioteca luego de año y medio de trabajo es lo que nos tiene en la Bienal de Venecia: estoy hablando del Ministerio de Cultura, ICBF y Fundalectura, gracias a estas tres instituciones logramos estos resultados”, afirma con vehemencia el artista sonoro, quien estuvo a cargo de la serie documental Expedición sonora, así como un proyecto de similares características en el Río Orinoco que recibió el apoyo del Ministerio de Cultura.
 
“Los ojos del mundo están puestos en los indígenas, porque ellos son la esperanza del planeta”, puntualiza León David, para quien el sonido es medio a través del que cualquiera puede expresarse. “Al igual que la música, el sonido es un elemento expresivo en el que una parte tiene un carácter material”, explica el artista sonoro, cuya intención no ha sido otra que la de expresarse de una manera artística a través del sonido.
 
 
 
Conformada por un libro y nueve discos compactos, De agua, viento y verdor contiene cantos, relatos y arrullos de la tradición oral de las nueve comunidades indígenas ya mencionadas, acompañados de textos escritos en sus lenguas originarias y castellano, así como de paisajes sonoros que recogen diversos registros del viento, agua y animales que se escuchan en cada uno de estos territorios y que hace parte de su entorno, junto a fotografías de ambientes cotidianos, lugares de juego y espacios ceremoniales, al igual que información de contexto respecto a los mitos de origen, costumbres alrededor del embarazo, la crianza y educación de los niños; anotaciones sobre las lenguas y su uso cotidiano.
 
''Este es un pilar importantísimo para el fortalecimiento de nuestra lengua materna; especialmente en la Primera Infancia, con la colaboración de nuestros sabedores y abuelos, tíos y tías que han venido en este proceso esencial para la preservación de nuestra cultura'', comentó Wilson Chindoy Jacanamijoy, miembro de la comunidad Camsá del Valle del Sibundoy (Putumayo) durante la entrega de la audioteca a las comunidades (Ver "De agua, viento y verdor: un homenaje a nuestras lenguas indígenas), quien destacó el que la audioteca recogiera canciones al medio ambiente, la vida cotidiana, el territorio y la paz. ''Aspectos que para nosotros son de gran importancia y que ahora están en este documento del que nos sentimos felices de haber podido hacer parte''.
 
''Para nuestro pueblo, y para todos nuestros hermanos indígenas, nuestra fortaleza está en nuestros propios dialectos; y a través del canto y de estas manifestaciones culturales, estamos reviviendo y fortaleciendo todo este legado. Por eso tenemos el compromiso de seguir trabajando junto con nuestros niños, para que puedan tener este tipo de material didáctico'', subrayó Wilson, para luego insistir en la necesidad de continuar contando con el apoyo de instituciones como el Ministerio de Cultura, Fundalectura y el ICBF.

 
La audioteca y la bienal
 
¿Cuál es la importancia de la Bienal de Venecia?
 
Hay lugares que por ser lo que son representan unas ideas y unos valores que le dan a este trabajo una mirada desde el arte, lo cual resulta muy importante porque fue desde allí que se construyó esta audioteca: el acto de escucha de paisajes sonoros, en los que la música es otro elemento con igual importancia al resto del entorno sonoro.
 
Que el resultado de esa audioteca pueda tener resonancia en escenarios que privilegian el arte es un gusto, debido a que esa fue la naturaleza con la que inició todo el proyecto: la posibilidad de abrirse a la escucha de otras posibilidades y narrativas sonoras muy distintas a las que estamos habituados, desde la perspectiva de los indígenas y la primera infancia.
 
¿Qué puede esperar el público que asista a la Bienal respecto a la participación de Colombia?
 
La gente que asista a la Bienal de Venecia podrá apreciar una instalación sonora en la que se escuchan lenguas en riesgo de extinción, enfocada en lenguas latinoamericanas que para el caso de Colombia está representada en una selección realizada a partir de la audioteca De agua, viento y verdor Paisajes sonoros, proyecto que realizado gracias al apoyo del Ministerio de Cultura, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y Fundalectura.
 
La experiencia se desarrolla en un contexto que parte de una mirada alrededor del arte contemporáneo sobre la que vale la pena reflexionar, porque el hecho de que una Bienal como la de Venecia haya tomado interés por reconocer a lenguas indígenas en riesgo es una apuesta que tiene un carácter de mucho interés, además de mostrar el carácter tan arriesgado de la curaduría.
 
Nuestra selección y participación también hizo posible que la muestra haga parte de una gira por los países de Latinoamérica en los que está presente el Goethe-Institut, así como en Foro de Berlín que tendrá lugar en 2019.
 
¿Cómo inició la audioteca De agua, viento y verdor?
El Área de Primera Infancia de la Dirección de Artes del Ministerio de Cultura observó la necesidad de generar desde el arte y la música de las comunidades indígenas un proyecto que estuvo basado en una investigación de lingüistas que arrojó un diagnóstico muy delicado, a partir del cual nos dimos a la tarea de hacer este proyecto para fortalecer y dinamizar las lenguas indígenas y la primera infancia, junto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y Fundalectura.
 
Nos esforzamos mucho por hacer que todos entendieran el asunto de la escucha y la perspectiva artística, de tal manera que insistimos mucho en adelantar las grabaciones en las propias comunidades, de tal manera que el resultado final resultara superando las expectativas de muchos.
 
¿Qué factores debieron tenerse en cuenta para adelantar los registros sonoros?
En las comunidades todo se hace pidiendo permiso; cada una de estas comunidades y ellos hacen muchas consultas entre ellos, con el fin de poder detectar esos elementos sonoros y narrativos de este periodo de la vida durante la primera infancia.
Para el trabajo de post-producción de audio contamos con la valiosa colaboración de Adriana Moreno, Daniel Garcés y Felipe Valencia de Sonata films, con quienes hicimos la mezcla, así como con la participación de Felipe López del estudio Onda selecta, donde se masterizó el material. Procesos técnicos que son muy importantes para la buena calidad y excelencia del proyecto
 
¿Cuál es la importancia de contar con una audioteca?
La audioteca brinda la posibilidad de escuchar, de que los niños tengan la posibilidad de entrar a otro universo en el que además de darle nuevos usos a sus capacidades perceptivas, les permita también reflexionar sobre aquello que escuchan: si esa escucha es rica y valiosa, igual valor tendrá el diálogo que se genere en torno a ella.
 
¿Existe algún  tipo de línea discursiva dentro de la audioteca?
A pesar de que este ha ido un proceso de continuo aprendizaje, siempre se consideró que la primera pista debía ser un paisaje sonoro. Además, aunque el disco está concebido para ser escuchado de principio a fin, también existe la posibilidad de que se escuche en forma fragmentaria, y para eso resulta de mucha utilidad el libro, donde están contenidas las traducciones de lo que se escucha.
 
¿Qué importancia tiene el libro?
La audioteca permite hacer múltiples lecturas y el libro es un elemento importantísimo: tiene unas ilustraciones preciosas y unas fotografías muy lindas, pero la escucha no necesariamente tiene que estar ligada al texto. Todo el material del libro está en la audioteca, y uno es reflejo del otro.
 
¿Cómo se han visto reflejados estos resultados en las comunidades?
Estamos trabajando en ello; hace poco me encontré en el Amazonas con un indígena curaca de la comunidad Yagua quien me comentó que había tenido la oportunidad de reunirse con toda la comunidad –los ancianos, los jóvenes, los niños- quienes escucharon con gran satisfacción los audios en los que aparecían grabados.
 
Este es un proyecto pedagógico variado, porque los colombianos escuchamos de formas muy distintas y lo interesante es que gracias a la audioteca se producen una serie de aproximaciones cuyo carácter es muy diverso.
 
¿Cómo se debe escuchar esta audioteca?
Yo no tengo la última palabra y aunque puedo hacer una serie de recomendaciones, creo que los niños pueden escuchar esta audioteca como les dé la gana. Los adultos crecemos con la idea de que escuchar muchas veces debe estar asociado a tener un comportamiento de carácter pasivo, y eso es un prejuicio.
 
Ojalá podamos escuchar en un buen equipo, a un volumen adecuado y en medio de un silencio relativo –porque el silencio absoluto no existe-; que sea en un espacio cómodo y confortable en el que los niños se sientan seguros. De ahí para allá no hay ninguna otra sugerencia: pueden escuchar con los ojos abiertos o cerrados.
 
¿Audífonos?
La escucha binaural ofrece otro tipo de posibilidad en la que habría que pensar en un amplificador de audífonos cuyo uso sería muy bueno en lugares muy concurridos, que necesariamente deberían estar aislados.
 

Texto
Juan Carlos Millán Guzmán
Periodista
Dirección de Artes,
Ministerio de Cultura
Tel. 3424100   Ext. 1504
Cel. 311 878 67 43
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