Este año, grandes conciertos como el de Metallica, festivales como el Estéreo Picnic y el Iberoamericano de Teatro, y espectáculos teatrales como 'Mamma Mia!', han dejado además de los recuerdos y los titulares de prensa un importante aporte para la ley de espectáculos públicos.
Desde su implementación, en el 2012, y hasta el 31 de julio pasado, la ley ha recaudado 30.293 millones de pesos, que provienen de los espectáculos cuyas boletas tengan un costo igual o superior a 82.455 pesos (el monto equivalente a tres unidades de valor tributario). Cada uno genera una contribución del 10 por ciento para el fondo parafiscal y lo recogido se debe invertir en la infraestructura de escenarios de artes escénicas.
Según datos de MinCultura, los espectáculos musicales han aportado el 80 por ciento de esta recaudación. El concierto de Metallica, por ejemplo, que se realizó en marzo pasado en el Parque Simón Bolívar, tuvo una asistencia de cerca de 40.000 personas -sus boletas costaban 165.000 y 352.000 pesos-.
Y pese a que las presentaciones musicales son las que más dinero han contribuido, son los escenarios teatrales los que más perciben (aunque muchos de ellos también tienen programación musical).
"Eso quiere decir que ellos han estado muy pendientes de las convocatorias. Es tal vez el teatro el que más ha participado, sin que ello limite la posibilidad de que puedan participar también lugares de música y otras organizaciones", dice Francisco Prado, asesor del Ministerio de Cultura.
Este fenómeno no deja de ser llamativo para los productores de espectáculos musicales, que hacen un llamado para que se invierta en el mejoramiento de los escenarios públicos que se utilizan para estos eventos.
"Ha sido muy triste ver que ni siquiera se piensa en hacer reparaciones mínimas a los escenarios de usos recurrentes como son el Coliseo El Campín, el Palacio de los Deportes, el Parque Simón Bolívar, que son los sitios en los que usualmente se hacen los grandes conciertos, que son los que aportan la gran mayoría de los recursos de la ley de espectáculos", afirma Juan Arbeláez, director de Move Concerts.
Sin embargo, a ese tipo de lugares no se le pueden invertir estos recursos, ya que los estamentos indican que los recursos deben ir a escenarios cuya vocación principal sean las artes escénicas.
"Estos escenarios pertenecen a una de nuestras entidades cuya finalidad es la recreación, la actividad física y el deporte (el IDRD), y la ley señala que los recursos son para organizaciones culturales públicas o privadas", asegura la directora de Arte, Cultura y Patrimonio de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, Martha Bustos.
Bustos agrega que el Distrito también ha invertido en escenarios públicos como el Jorge Eliécer Gaitán y la Fundación Gilberto Alzate Avenaño. Además, con la Orquesta Filarmónica de Bogotá se está trabajando en la recuperación del antiguo Teatro Cuba y está haciendo un trabajo de equipamientos en diferentes localidades de la ciudad.
En los aspectos positivos, Arbeláez destaca la centralización de los trámites y la reducción de los impuestos (la retención en la fuente por servicios artísticos de extranjeros era del 33 por ciento y ahora es del 8).
Además, desde la implementación de la ley, MinCultura es el encargado de autorizar a los operadores que venden la boletería en línea, lo que, según Prado, ha organizado más a este tipo de agentes. "Antes, cualquier persona podía abrir su computador y establecer un mecanismo para vender algún concierto, cerraba su computador y se iba con la plata y no teníamos a quien identificar como responsable", añade.
Mejora de la infraestructura teatral
Más allá de reducir las cargas tributarias y los trámites, la ley ha permitido hacer una fuerte inversión en la infraestructura teatral de varias ciudades. Bogotá, que de hecho es la que más ha recaudado hasta la fecha (15.969 millones), ya ha hecho dos convocatorias para escenarios privados por recursos que superan los 6.000 millones de pesos.
Entre las exigencias para que las salas puedan participar están que tengan una trayectoria comprobada y que sigan durante al menos diez años con su vocación de presentar espectáculos públicos de artes escénicas.
Uno de los beneficiados es el Teatro R101, que este año obtuvo 589 millones, con los que comprará la casa en la que funcionaba la sala (antes era alquilada) y le hará un reforzamiento estructural.
"Después de cinco años de pelea, después de 14 años en la casa, después de 19 años de fundado, podemos decir que tenemos una casa, tenemos un escenario para todos los bogotanos y para todo el sector teatral de la ciudad y del país", aseguró Hernando Parra, director del R101.
Además, varios de los teatros más tradicionales de la capital han podido invertir en dotación y mejoramiento de sus escenarios, como el Libre, que ha recibido 1.064 millones de pesos para sus salas de Chapinero y del Centro; y La Candelaria, que en los dos últimos años ha percibido más de 544 millones.
En la convocatoria de este año, uno de los centros culturales más beneficiados fue Casa E, que logró obtener 732 millones. Este teatro, que originalmente era una inmensa casa familiar, tiene un total de nueve espacios para presentaciones de teatro, además de la sala Arlequín, con una capacidad para 500 espectadores.
Según Katrin Nyfeler, su directora ejecutiva, los recursos se utilizarán en sistemas eléctricos, de sonido, de iluminación, además de camerinos.
"Estas remodelaciones también incluirán la renovación del piso de la totalidad de la Casa y de todos sus espacios y la restauración de la escalera de la Sala E, que es el epicentro y el eje que conecta todos los espacios", añade Nyfeler.
Los artistas beneficiados coinciden en que estos recursos han servido para robustecer el movimiento teatral de la ciudad, que ha venido creciendo tanto en oferta como en espacios.
"Es el primer paso para la consolidación del sector y un motor de motivación para quienes estamos trabajando para poder seguir dedicando la vida a la búsqueda de que Bogotá en algún momento sea de los epicentros culturales de Latinoamérica, que a pesar de que ya hay bastantes cosas, nos falta", añade Nyfeler.
La ley en otras ciudades
Con 5.227 millones de pesos, Medellín es la segunda ciudad que más ha recaudado gracias a la ley de espectáculos. La capital antioqueña ya ejecutó 1.551 millones para seis salas y además acaba de cerrar una convocatoria pública para adjudicar recursos por 2.249 millones.
Siguen en recaudación Barranquilla, con 2.096 millones; Cali (1.505) y Cartagena (1.284). Llama la atención que municipios como Chía (881 millones) y Tocancipá (308 millones) hayan logrado embolsar más recursos que ciudades capitales como Bucaramanga (291), Manizales (217) y Pereira (155).
Según Prado, ya varias ciudades han entregado dinero de sus recaudaciones, como Cali, que invirtió en el proyecto del Teatrino; y Pereira, que invirtió recursos en el Teatro Municipal Santiago Londoño y el Lucy Tejada.
La ley dispone que cada ciudad pueda escoger cómo distribuirá los recursos. “Pereira ha ejecutado en públicos. Para este año, la alcaldía de Cali va a ejecutar el 50 por ciento de los recursos para salas privadas y el 50 para salas públicas, mientras que otras ciudades como Tunja han expresado que van ejecutar el 100 por ciento de los recursos a las salas del sector privado”, finaliza el funcionario.
YHONATAN LOAIZA GRISALES
Cultura y Entretenimiento
@YhoLoaiza