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2013-09-27

Fugas de tinta: quinta entrega de una experiencia para salir de la prisión

 
Foto: Milton Ramírez @fotomilton
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 Internas del Buen Pastor celebraron el lanzamiento de la edición 5 de Fugas de Tinta, singular experiencia de creación literaria patrocinado por MinCultura en procura de abrir horizontes de libertad y esperanza a reclusas y reclusos del país.

La tarima de eventos de la cárcel del Buen Pastor es un auténtico hervidero de mujeres que estallan en una explosión de júbilo al oír el nombre de José Zuleta Ortiz, responsable del programa “Libertad bajo palabra” del Ministerio de Cultura, quien tras adelantar una experiencia de talleres literarios con hombres y mujeres privados de la libertad que comenzó en Cali, puede darse el lujo de ser reconocido como el directo responsable de la “fuga” de centenares de personas detenidas en 16 centros penitenciarios del país.
 
Tarea sin precedentes en la historia del país que cuenta con el decidido apoyo de la Dirección de Artes, en cabeza de Guiomar Acevedo, así como de la directora del Grupo de Literatura y Libro – Relata, Andrea Victorino Ramírez, quienes junto a un muy emocionado Manuel José Álvarez, Asesor de Teatro de la Dirección de Artes, el Taller Creativo de Edición Rocca y  otros distinguidos representantes del Ministerio, recibieron también el reconocimiento y efusiva bienvenida de las internas, dentro de las actividades programadas como parte de las celebraciones para conmemorar a la Virgen de las Mercedes.
 
“En todas las circunstancias de la vida la alegría es posible y eso es lo más lindo: no perder las ganas  de vivir, la verraquera y la alegría de seguir adelante”, expresó el destacado director de teatro, quien es considerado además como uno de los principales pilares dentro de la Dirección de Artes, para luego invitar a todas las internas a que se unieran a un programa que a su juicio constituye una forma de liberación a través del Arte y la Literatura.
 
“Soy un  convencido de que el Arte es un salvavidas maravilloso para no dejarnos caer y para no dejarnos golpear más allá delo que la vida nos golpea”, aseguró Álvarez insistiendo en que experiencias como las de este taller creativo serán sin duda las que nos lleven a encontrar la paz a todos los colombianos. “Otros mundos mejores son posibles y la invitación es a que continúen navegando a través de sus historias”, puntualizó para luego dar lectura a uno de los poemas que integran la profusa selección de textos escritos desde la prisión.
 
“En el silencio de mi cuarto”, lee con voz que se va entrecortando y hace emocionar de tal manera a las mujeres que la algarabía de hace unos instantes parece detenerse para escuchar con atención el poema escrito en una cárcel de Cúcuta por María Ramona Contreras Soto. “Eres suave / soledad / Tu voz me acaricia / me envuelve en la dicha de amar / contigo puedo ser yo misma”, prosigue el dramaturgo cuya lectura es recibida con una salva de aplausos. “¡Sigan pa’ lante, para atrás jamás!”, concluye.
 
Inspiración de libertad
 
Vienen luego Andrea Constanza Castañeda y Claudia Marcela Ríos, quienes no ahorran elogios para destacar la labor desarrollada por el Ministerio de Cultura, gracias a la cual han logrado darle un giro a sus vidas, así como a las de miles de compañeros y compañeras para quienes la lectura de cualquiera de los cinco ejemplares que hasta el momento conforman el taller “Fugas de Tinta”, ha resultado una auténtica experiencia de libertad gracias a la palabra.
 
“Al ser humano se le puede quitar todo excepto una cosa que constituye la última de sus libertades: la elección y actitud personal que tomamos frente a las diversas circunstancias que nos rodean”, explica la autora del relato “Aterrizaje forzoso”, quien además tiene previsto la edición de un libro con la selección de sus mejores poemas que estará a disposición del público casi al mismo tiempo que ella recupere su libertad en unos seis meses.
 
“Hemos decidido transformar la experiencia de este encierro en una victoria y un triunfo personal a través de nuestros escritos”, afirma la también periodista quien cumple una condena de más de 33 meses y cuya intención en el breve cuento que hace parte de la antología era la de reírse de la realidad a partir de la reconstrucción de las primeras horas que sucedieron a su captura y posterior ingreso a la cárcel distrital.
 
“Este es mi primer despertar en la cárcel. Más doloroso que el golpe por caerme de la cama es el hecho de aterrizar en mi realidad, una verdad que empieza a pesarme cada vez más sobre los hombros”, relata con voz entrecortada mientras que comienzan a aparecer algunas lágrimas en los rostros de algunas de sus compañeras, quienes no dudan vitorearla para evitar que se quiebre.
 
“Estoy presa, privada de la libertad, encerrada, recluida, disminuida a ser un número más en los listados de los anónimos presos del país”, prosigue Andrea Constanza, quien también tuvo la posibilidad de ver publicado el poema “Divina esperanza”. “En la fría mañana / Las horas no pasan / Y tu voz suave y tibia / Mi tristeza acompaña /,  rezan sus primeros versos.
 
“Las inspiraciones mismas son las voces del alma y se hacen extensión del ser plasmado en símbolos de tinta”, inicia la lectura de un discurso que ha escrito Claudia Marcela de manera especial para  el evento. “Esos sentimientos que afloran al impacto del destino, tan tangible como el cuerpo mismo”, prosigue también emocionada y contagiando del interés por llevar a una hoja de papel los sentimientos, frustraciones, sueños y esperanzas de las compañeras de celda que permanecen atentas.
 
“En medio de este torbellino de sentimientos encontrados nos damos cita para hacernos escuchar, en esta atmósfera de experiencias, crónicas y relatos escritos para ser libres, volando en alas de papeles y tintas que nos hacen vivir en los caminos del pensamiento y del sentir. Fugas de tintas, eso es lo que nos hace ser: ¡Mujeres inspiradoras de libertad!”, concluye en medio del aplauso, ruido de pitos y gritos de entusiasmo.

 [Fotogalería] Fugas de Tinta en el Buen Pastor | Fotos: Milton Ramírez


 
Fugas de tinta
 
“Los problemas de la sociedad colombiana no se resuelven construyendo masacres”, afirma con tono enfático a su turno José Zuleta, para quien una de los principales objetivos del programa resulta sin lugar a dudas poder confrontar a las personas que hacen parte de los 16 talleres de creación literaria a su cargo a través de una experiencia de lectura y la escritura que espera seguir creciendo hasta llegar al resto de centros de reclusión del país.
 
Experiencia que comenzó en el año 2005 gracias al interés de un  grupo de escritores invitados a hacer parte de una lectura colectiva en la cárcel del Buen Pastor de la ciudad de Cali, en la que se comenzó a observar el interés de muchas de sus internas por la escritura, gracias a centenares de cuadernos en los que conservaban sus manuscritos.
 
“En las cárceles de Colombia hay miles de escritores, que necesitan decir cosas, contarse y expresar lo que les pasó, y la tarea de poder acompañar ese proceso de escritura es muy importante para ellos y ellas”, explica Zuleta quien no dudó en ponerse a la tarea de hacer que los textos de esos cientos de miles pudieran ser mejores.
Dos años más tarde se publicó una primera antología y el Ministerio de Cultura comenzó a tomar especial interés en extender la propuesta a otras cárceles del país a través de la red Relata del Grupo de Literatura y Libro, de manera que hoy está integrado por 16 centros penitenciarios con un promedio de 30 asistentes por cada taller, en los que a la fecha se tiene estimado que han participado un total de 500 personas.
 
“Aquí en la cárcel se lee muchísimo e incluso hemos conseguido que persona que nunca han leído un libro en su vida, luego de que tomaran la iniciativa de escribir comenzaron a leer y se volvieron muy buenos lectores”, comenta Zuleta, para quien uno de los principios del programa es que los relatos conserven su particular carácter, en la medida que la edición se limite a correcciones de carácter ortográfico y gramatical.
 
De tal manera que el lector de Fugas de Tinta se encontrará con una serie de testimonios de vida, en los que de acuerdo con su alma y gestor, sobresalen los relatos de infancia y experiencias atravesadas por la violencia, que sin embargo dan cuenta de las vivencias de hombres y mujeres empeñados en que al hacer parte del programa logren darle un giro definitivo a ese trágico sino.
 
 
Gustavo Bueno Rojas
Editor
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