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2017-05-25

Antonio Monroy, el artista mexicano que hace su residencia en Colombia sobre los usos y las costumbres contemporáneas

 
Foto: Esperanza Santamaría B
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 <div class="ExternalClass7380966AD9F24E06B3E9A2634C3280EC">La residencia del artista  hace parte de una alianza entre MinCultura y el Museo de Arte Carrillo Gil, a través del Programa Bancomer- Macg, para otorgar una residencia a un artista mexicano en Colombia y un artista colombiano en México.</div>

Antonio Monroy es un artista y docente mexicano de 32 años que se encuentra en Colombia realizando una residencia en Flora ars+natura, espacio para el arte contemporáneo en Bogotá, sobre el proyecto ‘Archivo de usos y costumbres contemporáneas medicinales’, a partir de un acercamiento con la comunidad indígena Embera. Monroy estudió Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad Autónoma del Estado de México,  (Uaemex) y parte del Programa Educativo Soma México. Dentro de sus iniciativas independientes, formó parte del Museo del Objeto del Objeto (MODO) y es co-fundador de Bizonte, en Toluca, y de Tatlelolco Central en Ciudad de México. 

Dentro de sus principales reconocimientos se encuentran el Premio de Adquisición de la XI Bienal Monterrey Femsa, la beca Fonca-Conaculta Jóvenes Creadores 2012-2013 y becario del Programa Bbva Bancomer Macg XI. 

En su obra reflexiona sobre la relación hombre poder-naturaleza, partiendo de conceptos como el juego, la catástrofe y la comunidad. MinCultura habló con el artista mexicano sobre su residencia.

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Despojo y resistencia de Antonio Monroy
Foto: Antonio Monroy


¿Por qué le interesó participar en la convocatoria para hacer una residencia en Colombia?
Desde algunas ediciones, Flora ars+natura tiene un concurso que se abre con el centro cultural ‘Casa del Lago’, en Ciudad de México. Ya había intentado aplicar, porque me parece algo especial que Flora tuviera este programa de residencias, había mucha gente de distintas partes del mundo trabajando aquí;  tienen un enfoque cercano a los proyectos que he venido desarrollando.

Después, como hago  parte de una beca del Programa Bancomer- Macg, me ofrecieron una beca para realizar una residencia, dentro de la cual estaba Flora ars+ natura. La gané con un proyecto que es muy parecido y que se vinculada a lo que estoy trabajando en Ciudad de México, que es este sentido de lucha, de resistencia, de cosmogonía frente al liberalismo.

¿Por qué le parece importante realizar una residencia?
Creo que es muy importante porque se abren muchas posibilidades de conocer  personas, discutir  los  proyectos y ponerlos en cuestionamiento. Muchas veces lo puedes hablar con amigos del mismo país o de la ciudad, pero no es tan bueno como confrontarlo con alguien que tiene otro bagaje cultural, que tiene otro lenguaje.

¿De qué se trata la residencia que está haciendo en Colombia?
Lo que hago en México es aproximarme a una comunidad, en la cual busco entender las cosas que ocurren entorno a su lucha, tras un bagaje que tengo desde hace unos años sobre comunidades indígenas.  Lo que propuse para la residencia era trabajar con una comunidad que en un inicio eran los Pijaos, porque había un vínculo con otro espacio que tiene Flora, pero el proceso era más difícil; es una comunidad más antigua que ha sido desplazada y era muy complicado. Ahora, lo hago con la comunidad Embera. Lo que me interesaba era trabajar con una comunidad indígena, desplazada, pero que viviera en una ciudad.  En  ese sentido, construir una especie de herbolario de plantas medicinales. Como todos los herbolarios que se conocen son de hace varios siglos, me pareció importante trabajar sobre uno y establecer cuál era su vínculo.  

¿Cómo ha sido el proceso en estas semanas?
Lo que he estado haciendo es acercarme a una casa de refugio de esta comunidad, donde he empezado a tener proximidad con algunas personas que me han venido contando algunas cosas, que he ido grabando. El proyecto del círculo de líderes que tienen es muy interesante y muy amplio, pero para el corto tiempo que tengo aquí es complicado poder hacerlo. 

Idealmente quedará al menos un escrito para desarrollar una publicación en el futuro que contenga algunos tejidos a través de fotografías en los que se muestre la planta, cómo la recuerdan, con cuál animal cercano la relacionan, hablar de su historia. Esto vendrá acompañado de los cantos y de la danza, porque nada de esto existe por separado para ellos, todo tiene la misma relación. Desde ahí, ese conocimiento buscará transmitirse a sus hijos o a los niños que están creciendo en esta ciudad, en su territorio, para que puedan, de alguna manera, continuar con su tradición.

Del conocimiento adquirido sobre esta comunidad y el diálogo que posteriormente tuvo con ellos, ¿qué procesos de aprendizaje ha tenido?
Ha sido una experiencia que confronta con la idea que prevalece en la ciudad sobre estos grupos, en especial sobre las comunidades indígenas desplazadas, relacionadas con ese sentido de subsidio, de lo que piden; esa fue de las primeras confrontaciones con ellos. 

Al conocerlos, querían saber qué les iba a dar o cómo en qué les iba a ayudar y esto es lógico. Pero cuando empezamos a platicar con ellos y les aclaré que no tenía nada que darles y que había trabajado con comunidades indígenas, que conocía las historias, las cosas fueron cambiando. Ellos hablaban mucho sobre el sentido de la historia y cómo es que a sus abuelos y bisabuelos, el occidental les quitó el oro y les robaron su cultura. Uno de ellos, por ejemplo, me contó en cinco minutos la historia del despojo, desde los engaños con el espejo, que están muy documentados, hasta la introducción de la guitarra española, que es la que ellos tocan, la cual llevan como parte de su música tradicional, aunque en realidad no lo es.

¿Qué aspectos culturales de Colombia son importantes para usted como artista?
Tienen que ver mucho con lo que estoy trabajando. Además de poseer una amplia comunidad  indígena, este país tiene una gran biodiversidad. A esto se suma el sentido de luchas, que  en gran número se han dado, al igual que en México. Por ejemplo, este proceso reciente que está pasando de paz me parece muy interesante. Además hay un crecimiento cultural importante en Colombia.

¿Qué sigue en México con este proyecto?
Tengo que seguir revisando el material, terminar de leer algunos documentos, porque no es posible conocer todo en un mes. Hay muchos documentos que ya existen, quiero mirarlos  e intentar construir esta publicación con tejidos.

¿Qué opinión le merece el movimiento artístico en Bogotá?
Me parece que es impresionante, inmenso. Ahora que pasó  Artbo había muchísimas cosas qué hacer, muchísimas cosas que ver. Por ejemplo, en Flora, que era donde debía estar, se podía visitar a 20 artistas en un mismo lugar, que aunque no todos eran de aquí, vivían aquí. Creo que las galerías y los museos hacen una apuesta muy grande al movimiento artístico.

Después de esta residencia ¿qué proyectos tiene en mente?
Tengo que regresar a México a seguir con los proyectos que tengo, como por ejemplo, un espacio independiente que se llama Tlatelolco Central, en el que justo estamos llevando algunas residencias; hasta ahora se han desarrollado con artistas locales, pero lo que queremos impulsar es que vengan muchas más personas de América Latina, para que continúen con la historia que ha tenido este proyecto, para construir de alguna manera el conocimiento de la América actual.

El Convenio con el Instituto Nacional de Bellas Artes de México
El 16 de diciembre de 2014 se suscribió el Convenio de Cooperación y Colaboración en Materia Artística, Cultural y Académica entre el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura de México  y el Ministerio de Cultura de Colombia. A través de este convenio se  busca llevar a cabo actividades de cooperación entre las cuales se encuentra los programas de intercambio artístico, cultural y académico; la promoción del diálogo permanente e interactivo e interactivo entre artistas,   docentes, creadores; el incentivo a la circulación y coproducción de actividades artísticas, culturales y académicas, así como el fomento de intercambios de experiencias sobre modelos de gestión cultural.

Más información para medios
Esperanza Santamaría Botero
Periodista- Comunicadora Estratégica
Oficina de Divulgación y Prensa
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