Nicolás Cadavid

“Lo que me gusta de las artes es que hay un espacio para todos, incluso para la gente que produce a nivel autodidacta y en círculos que no están dentro del circuito de las grandes artes”

Mi obra depende mucho de las contingencias de mi vida, puedo hablar de situaciones personales o autorreferenciales, pero también, si hay una coyuntura política que llama mi atención, puedo abordar ese tema. En realidad no tengo un tema claro y es por eso que mi obra es un poco difícil de clasificar, aunque hay una persistencia, mi obra siempre está cruzada por el humor negro y la ironía. Trabajo con distintos medios dependiendo del proyecto, puedo usar la pintura, la fotografía, el dibujo, e intervenir un espacio público.

Me formé en Bucaramanga, una ciudad que es como un centro de producción de las artes visuales. He tenido la fortuna de participar en los principales eventos de artes del país, como el Salón Nacional de Artistas, el Encuentro Internacional de Artes en Medellín y he realizado varias residencias en Madrid, Bogotá y Medellín.

He hecho obra en Bucaramanga por una cuestión de resistencia, quería creer que no había necesidad de estar en Bogotá para hacer arte y aun así pude figurar, pero con el paso del tiempo se volvió una cuestión de cariño a la ciudad, pues soy muy amiguero de Bucaramanga, tengo mis amigos, mi familia y mi pareja acá. Es una ciudad que se da mucho para seguir en ella a pesar de que ha cambiado tanto, aún conserva esa esencia de ciudad pequeña, sobre todo en el trato de las personas y eso para mí es importante. El desarraigo para mí es complicado, entonces soy muy búcaro en esa medida.

Los últimos trabajos que realicé hablan del arte en sí mismo, es decir, hablan del arte por el arte. Aún me sorprendo con las cosas que hago, me gusta cuando digo este proyecto está bueno y llama mi atención, luego lo muestro en una exposición y la gente tiene esa misma sensación, una sensación que va más allá del placer, que quizás se acerque mucho más al impacto emotivo o intelectual y eso es lo que todavía me hace seguir haciendo cosas.

Creo que lo que tiene mi obra es que conjuga dos elementos importantes, por un lado tiene como un dejo intelectual, pero al mismo tiempo se acerca mucho a la cultura popular; las imágenes se consumen fácilmente, son digeribles, pero al mismo tiempo guardan un espacio de interpretación oculto que hace que el espectador sienta atracción y entiende que le gusta algo pero no sabe por qué le gusta, y es ahí cuando se esfuerza por entenderlo. Entonces creo que es ese pequeño espacio de interpretación que yo le dejo a mis obras lo que llama la atención.

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Los 'Rostros de la Cultura Colombia' presenta una muestra del trabajo y la pasión de millones de compatriotas que aman, viven y hacen cultura en todas las regiones del país.

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